Entre la variedad de quesos frescos destaca el popular queso canasto, que se utiliza para distintos platillos mexicanos. Pero ¿de qué está hecho este producto y qué tan bueno es para tu salud?
Este producto también es conocido como queso de canasta, debido a las canastas de palma o carrizo que se utilizan para su elaboración como un molde.
De acuerdo con el diccionario Larousse Cocina, en las canastas se coloca la mezcla para sostenerla y dejar salir el suero. Una vez que esté listo, se desmolda y la superficie del queso queda marcada por el tejido de la canasta a la que se le debe su nombre.
¿De qué está hecho el queso canasto?
Este tipo de queso está elaborado como leche fresca pasteurizada y poca sal, además destaca por ser bajo en grasa o colesterol.
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A diferencia del queso panela, este producto es menos húmedo, por lo que su textura es dura y tiene la superficie pulida.
Gracias a su consistencia, se puede cortar de diferentes maneras y funciona como ingrediente de cualquier comida, ya que resiste altas temperaturas durante la cocción de los alimentos. Aunque también hay quienes prefieren comerlo frío y lo incluyen en una bandeja de aperitivos.
¿Es saludable el queso canasto?
Al igual que el queso panela, este producto también es saludable, ya que por cada 100 gramos tiene 58 calorías, 3.10 gramos de carbohidratos, 20 gramos de grasas, 18 gramos de proteínas, según datos del software de nutrición Avena Health.
Por lo anterior, el queso canasto es ideal para planes estrictos alimenticios, además especialistas recomiendan incluirlo en la dieta diaria, ya que aporta vitaminas A y D, que protegen al organismo de diferentes infecciones.
Este queso también contiene vitaminas B12 y B2, que benefician al buen funcionamiento del sistema nervioso y cardiovascular; además sus proteínas ayudan a mantener en buen estado los tejidos del organismo.
Especialistas recomiendan una porción de 80 gramos de queso canasto para personas adultas, 50 gramos para infantes y 100 gramos para embarazadas.