Es común llegar del mercado con bolsas llenas de frutas y verduras para utilizar durante los próximos días y, después de hacer espacio en el refrigerador o en la barra de la cocina, terminan amontonadas unas con otras sin importar nada.
Si haces esto muy seguido, te recomendamos parar. Al colocar las frutas y verduras juntas podrías contribuir a que se echen a perder más rápido, tanto en el refrI como en el ambiente.
Esto ocurre debido a que algunos frutos expulsan un gas llamado etileno, provocando que los otros a su alrededor maduren más rápido.
De acuerdo con la Universidad de Oxford, el etileno es un gas natural incoloro que tiene un sabor dulce y un olor agradable. En las frutas y verduras, este se produce por su respiración y contribuye a su cambio de color y sabor.
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Así pues, si este gas se acumula junto a otras, afectará rápidamente su proceso de maduración, sobre todo de aquellas verduras que son sensibles a este gas. Las frutas y verduras que expulsan etileno son las que comúnmente continúan su proceso de maduración a pesar de haber sido arrancadas del árbol, como las siguientes:
- Manzanas
- Plátanos
- Aguacates
- Peras
- Duraznos
- Ciruelas
- Tomates
- Jitomates
- Papas
Para conservar de una mejor manera los alimentos naturales, la Organización de Consumidores de España (OCU) sugiere lavar y desinfectar las frutas y verduras sólo cuando se vayan a utilizar y no antes.
Luego, se debe asegurar cada tipo de fruta o verdura en bolsas de plástico con perforaciones pequeñas y alejadas unas de otras dentro del contenedor del refrigerador.
Para disfrutar de los beneficios que cada uno de los alimentos ofrece, es importante comerlos pocos días después de haberlos comprado, ya que el periodo de almacenamiento en frío puede reducir su sabor y aroma.