Si te encanta la carnita asada y cada fin de semana la comes, es momento de que comiences a "bajarle", porque podrías estar afectando a tu salud.
¿Qué tan saludable es la carne asada?
En su artículo "Al carbón y tostados: con moderación" de la Revista del Consumidor, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) alerta de los riesgos que implican consumir carne asada con frecuencia.
En dicha publicación, recuperó un estudio realizado por la American Heart Association (AHA, por sus siglas en inglés), el cual relaciona el consumo regular de carne a la parrilla con un riesgo elevado de padecer hipertensión arterial.
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"Se descubrió que quienes consumieron carne asada a la parrilla a altas temperaturas, más de 15 veces al mes, tenían 17% más riesgo de padecer presión arterial alta, que aquellas que lo hicieron menos veces al mes", menciona.
Por otra parte, la institución a cargo de Ricardo Sheffield subraya que la cocción a altas temperatura, como asar a fuego directo, produce compuestos químicos que, en exceso, pueden ser malos para las salud, pues están relacionado con el aumento en la posibilidad de padecer cáncer.
De acuerdo con la Institución Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI, por sus siglas en inglés), al asar la carne se generan las sustancias llamadas aminas heterocíclicas (AHC) e hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP).
Los AHC se producen cuando la carne se cocina a altas temperaturas y los HAP se forman cuando la grasa y los jugos del producto en cuestión gotean en el fuego.
Ambas sustancias se pusieron a prueba en ratones y la mayoría de ellos presentaron tumores en seno, colon, hígado, piel, pulmones y cáncer; sin embargo, a estos se les administraron cantidades muy altas de AHC y HAP.
Debido a dicha información, la Profeco recomienda reducir el consumo de carnita asada y optar por cocinarla a bajas temperaturas.
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