El queso panela es de los preferidos para el consumo, y más por las personas que cuidan su alimentación, pero no quieren perderse la oportunidad de comer algún platillo acompañado del queso.
El queso panela es ideal para una variedad tan extensa de platillos, lo puedes asar, freír, preparar en chiles rellenos, para tu sándwich, etcétera, su calidad y consistencia lo hacen un queso bastante moldeable y adaptable ¡hasta con vino!
¿Qué es el queso panela?
De acuerdo al Larousse Cocina, es un queso fresco elaborado con leche de vaca pasteurizada, aunque también se produce con una mezcla de leche de vaca y cabra. Es blanco, con textura porosa, suave y esponjosa.
Su porcentaje graso es bajo y es muy popular en los estados del centro del país.
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Para su elaboración, la leche se escurre en canastas especiales que dejan la marca del tejido en la superficie del queso. El nombre de panela al parecer se debe a la forma tronco-cónica que adquiere al fabricarse, por lo que recuerda a la panela o piloncillo.
Características del queso panela
- Es un tipo de queso fresco que no pasa por procesos de maduración o fermentación como otros quesos.
- El queso panela contiene menos grasa, en comparación con otros.
- Tiene un alto contenido de agua.
- Es rico en caseína (proteína propia de la leche)
- Tiene un alto contenido de grasa butírica (de la leche).
¿Por qué el queso panela no se derrite tan fácilmente?
¿Haz notado que el queso panela no se derrite tan fácilmente como otros quesos, como el Oaxaca, por ejemplo?, Esto se debe, de acuerdo a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), porque al calentar un queso, las grasas son las que se derriten.
“Lo que sucede con el queso panela es que su bajo contenido de esta no permite que se derrita”. Este tipo de productos requieren de un 40% mínimo de grasa para fundirse adecuadamente.