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¿Cómo afecta lo que comes a tus emociones?

Los alimentos que consumimos pueden afectar nuestras emociones; te contamos de qué manera.

Te contamos cómo influye la comida en las emociones. Créditos: Especial
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Los alimentos son parte esencial de nuestra vida diaria, pues a través de ellos obtenemos la energía que necesitamos para realizar distintas acciones en nuestro día a día, pero eso no es todo, sino que también pueden estar directamente relacionados con las emociones.

Entre la alimentación y las emociones existe un vinculo complejo, tanto que hay quienes llaman 'segundo cerebro' al intestino, debido a que lo que comemos puede tener efecto en las emociones y condicionar nuestro estado anímico.

De acuerdo con información de la Gaceta UNAM, las emociones son experiencias de lo que está ocurriendo en el ambiente, las cuales llevan a experimentar miedo, felicidad, tristeza o apatía.

En ese sentido, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señala que las personas adquieren distintas habilidades para moderarlas, lo que puede influir mucho sobre la decisión de cómo y qué comer.

Relación de la comida con las emociones. Créditos: Pexels

¿Cómo afecta lo que comemos en las emociones?

Un estudio realizado por Angélica Juárez Loya, profesora en la Coordinación de Psicología Clínica y de la Salud de la Facultad de Psicología de la UNAM, reveló que la elección de alimentos influye en la capacidad de las personas para manejar sus emociones. 

“Generalmente comemos por hambre (saciedad), por gusto al sabor de los alimentos (palatabilidad) o normas de adecuación (comer de forma socialmente aprobada)”, indicó la especialista. 

Los expertos señalan que el hambre es una respuesta fisiológica que se activa cuando hay una disminución de nutrientes, lo cual genera el deseo de comer. 

El estudio evaluó a 800 jóvenes estudiantes mexicanos y resultó que las emociones principales que describen en su dieta son felicidad, interés, diversión, amor y risa.

Dichas emociones se generaron cuando las personas evaluadas consumieron comidas menos saludables, por ejemplo: pan, pasta, tacos, quesadillas, refresco, agua de sabor, café, galletas, yogurt, cereal y papas.

“Es muy interesante observar cómo esta dieta a lo mejor no tan balanceada, ni tan pensada para la salud, es la que genera más alegría y disfrute. [...] la cuestión del sabor de los alimentos también genera un estado emocional de bienestar”, indicó.

Alimentos y felicdad. Créditos: Pixabay

Sin embargo, también hay ciertos sentimientos negativos que pueden provocar una ingesta más elevada o sobreingesta, como son: enojo, ira, apatía, frustración, estrés, miedo, pena, ansiedad, inquietud, soledad y aburrimiento.

De igual manera, la especialista de la UNAM señaló que la ansiedad genera una sobreingesta en las personas con sobrepeso, mientras que en los que tienen un peso normal, esta emoción hace que eviten la sobreingesta.