Si tienes antojo de unos churros y te encuentras en las Ciudad de México (CDMX), probablemente tu primera opción para comerlos es la churrería "El Moro", que es la más antigua del país.
Los churros llegaron a México gracias a Francisco Iriarte, quien se vio obligado a emigrar de un pueblo llamado Elizondo, España, a la capital del país.
Cuando Iriarte llegó a la CDMX, en 1933, se dio cuenta de ahí que no vendían churros, así que decidió emprender un negocio de estos; entonces, consiguió un carrito y comenzó a ofrecerlos en el Zócalo.
Los churros del hombre se hicieron tan famosos, que logró adquirir un local marcado con el número 42 en la Avenida San Juan Letrán, hoy Eje Central, el cual abrió sus puertas en 1935, justo cuando comenzó la Época del Cine de Oro mexicano.
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"El Moro" conquistó el estómago de artistas nacionales e internacionales, así como el de las familias capitalinas, "conviriéndose en parte de la rutina de la ciudad", presume el sitio web de la churrería.
Tras la muerte de Francisco Iriarte, en 1940, sus hermanos José, Santiago e Ignacio se mudaron de España a la CDMX y tomaron las riendas de la churrería.
"Desde entonces, la churrería 'El Moro' se ha mantenido como un negocio familiar, pasando de generación en generación hasta la actualidad, permaneciendo como un lugar de convivencia y reunión, además de un punto histórico y cultural de la Ciudad de México", agrega el portal.
Actualmente, "El Moro" cuenta con 14 sucursales en la Ciudad de México y una en el Estado de México: Centro Histórico, Mariano Escobedo, Condesa, Roma, Polanquito, Parque La Mexicana, Cuauhtémoc, Zona Rosa, Artz Pedregal, Azcapotzalco, Oceanía, Coyoacán, Parque Tepeyac, Cocinas Ocultas y Metepec.
¿Por qué la churrería se llama "El Moro"?
Francisco Iriarte decidió llamar "El Moro" a su churrería, porque era el apodo que tenía un vendedor de churros de su pueblo natal y así mantuvo con él una parte del lugar que lo vio nacer.
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