La maicena es de los elementos básicos en la cocina de todos los mexicanos. Vamos, que es casi tan importante que el aceite o incluso los mismísimos sartenes. Y es que no solo se utiliza para preparar varios platillos o bebidas, sino que según la vox populi, es el protagonista de varios remedios caseros.
Y sí, hablamos de la maicena, y no Maizena, ya que la segunda es una marca registrada, mientras que el primer término es como se le conoce generalmente a este polvo con propiedades casi "mágicas". Así que no, no nos equivocamos.
¿Qué es la maicena y para qué sirve?
Iniciemos describiendo lo que es la maicena, que es como se le conoce a la fécula de maíz. Según la página Cocina Fácil, la maicena es un almidón que se obtiene a partir del maíz, por supuesto esto después de pasar por su debido proceso para que quede como la conocemos hoy en día, un polvo blanco refinado que tiene una apariencia muy similar a la harina de trigo.
En términos más específicos, según contó El País, la maicena es “el almidón del maíz desprovisto del germen y salvado”. Se usa para espesar líquidos, tales como los atoles o incluso para la salsa bechamel, que se emplea para la lasaña, el platillo típico de Italia.
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Algo que debes tener en cuenta es que la maicena es alta en calorías y carbohidratos, pero también contiene varios nutrientes y vitaminas como hierro, potasio, calcio, entre otros. No obstante, lo idóneo es cuidar su consumo para evitar perjuicios en la salud.
Usos de la maicena
Como ya mencionamos, la maicena se emplea para remedios caseros, además de varias recetas.
- Mascarillas para la cara y el cabello
- Funciona para elaborar talcos y eliminar el mal olor de pies
- Sirve como exfoliante