La noche del pasado 2 de mayo, el estado de Nueva York prohibió el gas natural y otros combustibles fósiles en la mayoría de los edificios nuevos, una victoria de los defensores del medio ambiente quienes aseguran que este tipo de combustibles dañan gravemente el ambiente.
De acuerdo con reportes, la ley aprobada prohíbe las estufas, los hornos y los calefactores de propano que funcionan con gas, y en su lugar, invita a utilizar otro tipo de electrodomésticos que no dañen el medio ambiente, como aquellas cuya fuente de energía proviene de la electricidad.
Por lo pronto, la ley aplicará a partir del 2026 para edificios residenciales menores a 7 pisos y para edificios más altos hasta 2029. Cabe resaltar que esta ley no aplicaría a construcciones viejas.
Según informó la cadena CNN, el impacto de los nuevos edificios residenciales podría ser significativo en el medio ambiente, ya que representan el 32% de las emisiones del efecto invernadero solo en el estado de Nueva York.
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El metano, que es uno de los componentes principales del gas natural, provoca más de 80 veces el calentamiento que el dióxido de carbono.
Sobre este avance “histórico”, Alex Beauchamp, director de la región noreste de la organización ambiental Food & Water Watch, expresó: “Los neoyorquinos se están resistiendo a los combustibles fósiles en todos los lugares donde surgen, desde las centrales eléctricas que contaminan nuestro aire hasta las tuberías que ponen en peligro a nuestras comunidades. Ahora los edificios pueden ser parte de esa solución”.
La Universidad de Harvard ha segerido en varias ocasiones que la reducción del uso del gas podría beneficiar a la salud. Por lo que recuerda que es importante abrir las ventanas al cocinar, evitar usar la estufa de gas en caso de tener otros electrodomésticos que pueden hacer la misma labor, como un horno o cafetera eléctricos.