Aunque se utilizan más en el norte de México, las tortillas de harina son un complemento que se consume en todo el país, ya sea para preparar unas deliciosas quesadillas o burritos, son indispensables en la cocina. Si bien estas tortillas duran apenas unos días a temperatura ambiente, guardarlas de manera correcta podría prolongar su vida un poco más. Aquí te explicamos.
La tortilla de harina se prepara a base de trigo, manteca de cerdo o vegetal, sal y agua. Sin embargo, algunas marcas añaden otros ingredientes de su receta. Una vez mezclados, se crea una masa homogénea, que se deja reposar por unos minutos y después se crean estas tortillas pedazo a pedazo.
¿Qué tan saludables son las tortillas de harina?
Todo depende de qué tipo de tortilla de harina se consuma, ya sea casera o procesada. Por ejemplo, la tortilla de harina de la marca Tía Rosa, indica que cada porción pesa 25.5 gramos y otorga 76 calorías por cada unidad.
Cada empaque de tortillas de harina procesadas incluye vitamina B2, B1, proteínas, ácido fólico, vitamina B12, calcio, entre otros componentes. Según el portal El Poder del Consumidor, estas contienen exceso de calorías, exceso de grasas saturadas y exceso de sodio, por lo que sugieren moderar su consumo.
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¿Cómo guardar la tortilla de harina?
En cuanto al almacenamiento, lo más recomendable es mantenerlo sellado después de su uso, así se evitará que las tortillas se sequen y, por lo tanto, no sean comestibles. Muchos recomiendan colocar las tortillas dentro de una bolsa de plástico con sello.
Otros cuidados adicionales serían almacenarlos en el refrigerador o el congelador para extender su vida hasta por dos semanas.
Para identificar si una tortilla de harina ya no puede ser consumida, basta con revisar la textura. Si estas se endurecen o les sale moho, evite la ingesta. Si la orilla de la tortilla de harina comienza a ponerse dura, pero el resto mantiene su textura, es el momento indicado para utilizarlas lo más pronto posible.