Las marquesitas son uno de los postres más deliciosos que existen dentro de la gastronomía mexicana. Esta especie de barquillo tiene un relleno que lo caracteriza y que vuelve loco a cualquiera que lo prueba.
Sin embargo, pocas veces se sabe sobre lo saludable o no que pueden llegar a ser ciertos productos o alimentos, por ello, en este artículo te vamos a contar un poco sobre las marquesitas, si es bueno comerlas o no y cuál es el verdadero origen de este postre típico.
Origen de las marquesitas
Las marquesitas son por excelencia originarias de Yucatán y parte importante de su gastronomía, además de la cochinita pibil, la sopa de lima, los papadzules, entre otros platillos deliciosos.
En 2013, la Cámara de Diputados del Congreso de Yucatán reconoció a la gastronomía yucateca como Patrimonio Cultural Intangible del Estado de Yucatán, lo cual incluye este postre amado por miles de yucatecos y mexicanos en general.
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Según el diccionario virtual Larousse Cocina, las marquesitas son una creación de Leopoldo Mena y su esposa, Carmen Muñoz, a finales de los años treinta aproximadamente. Se sabe que en un esfuerzo por mantener las ventas en su heladería durante el invierno, Mena habría buscado una forma novedosa de vender barquillos, aunque el grosor de estos no le gustaba mucho a la gente, por lo que su esposa le recomendó cambiar la receta.
Con una masa delgada y crujiente, el nevero empezó a rellenarlas de queso de bola y combinarlas con distintas mermeladas y sabores dulces, que causaron sensación entre la población de Mérida.
¿Qué tan saludables son las marquesitas?
De acuerdo a MyFitnessPal, un sitio web que realiza un seguimiento de la salud y el estado físico de las personas, así como mide la cantidad de calorías de los alimentos, refiere que tan solo una marquesita de chocolate contiene en una porción:
- 120 calorías
- 16 gramos de carbohidratos
- 6 gramos de grasa
- 1 gramo de proteínas.
Para quemar las calorías después de haberte comido una marquesita, sería necesario hacer 18 minutos de ciclismo, 12 minutos corriendo o 44 minutos limpiando tu casa, así que tú decides.