La esponja para lavar los trastes es una de las herramientas más importantes de la cocina pero, al mismo tiempo, una de las más olvidadas por muchas personas a la hora de limpiar. Debido a que este nos ayuda a quitar la suciedad y restos de comida de los platos y utensilios, alberga una gran cantidad de bacterias y microorganismos que podrían ser peligrosos para la salud. Por ello, es importante conocer cuándo limpiarlo y cada cuánto tiempo se deben reemplazar.
Esta esponja suele estar sucia, húmeda y caliente, por lo que es un buen hogar para la E. Coli y la Salmonela, bacterias que podrían provocar desde un simple dolor de estómago hasta una fuerte infección.
Para lavarla, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda) recomienda meterla al microondas por aproximadamente un minuto —cuidando que no se queme la esponja— para eliminar los patógenos. Otra forma efectiva es meterla al lavavajillas con un ciclo de secado en caliente.
En cuanto a su vida útil, especialistas en higiene y salud recomiendan reemplazarla cada dos a tres semanas, sobre toro si la esponja comienza a romperse. La clave para no contraer enfermedades a través de la comida está en lavarla y reemplazarla regularmente.
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Así que, ya sabes, no escatimes en cuidar a tu valiente esponja. Dale el amor y el mantenimiento que se merece para mantenerla en su mejor estado de combate contra la mugre. Tu cocina y tu salud te lo agradecerán.
Otros espacios importantes en la cocina que se deben limpiar con regularidad son las superficies, el lavabo y el desagüe, debido a que las bacterias podrían esconderse en las tuberías y emitir olores fuertes y molestos.