Una sonrisa blanca es sinónimo de una buena salud bucal. Esto lo hemos visto en miles de lugares y, admitámoslo, se siente bien tener una boca limpia y brillante. Aunque siempre es una buena idea acudir con el o la dentista para que elabore una limpieza y blanqueamiento de dientes, existen algunos trucos caseros que funcionan perfectamente, sobre todo cuando tienes muy poco tiempo.
Con el paso de los días, es normal que los dientes se vuelvan más opacos, pierdan brillo o dañen el esmalte. Algunos alimentos y bebidas —como el café, el tabaco o el vino— pueden contribuir a manchar los dientes. Por ello, el portal de salud estadounidense Healthline recomendó la siguiente solución casera:
Usar bicarbonato de sodio
Utilizar bicarbonato de sodio en el cepillado podría ayudar a reducir las manchas superficiales y, además, impide que otras bacterias crezcan con felicidad. Para lograrlo, según recomiendan, es agregar este ingrediente en el cepillado. Incluso existen pastas de dientes que contienen este activo.
En caso de que se desee hacer en casa, basta con añadir una cucharada de bicarbonato de sodio en un tazón y revolver con dos cucharaditas de agua. Cuando se genere una pasta, esta se utilizará para el cepillado. Expertos recomiendan hacerlo dos o tres veces por semana.
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Otra fórmula popular es añadir agua oxigenada a la receta, sin embargo, no existe algún estudio que avale que esto funcione, por lo que se debe tener cuidado. Cabe recordar que la mejor manera de tener dientes blancos es prevenir las manchas. Por lo que siempre es mejor incluir en la dieta frutas como la fresa, el plátano y el coco, y evitar el consumo de productos que puedan manchar los dientes, como los antes mencionados.
¿Cuándo visitar al dentista?
Es recomendable acudir con un especialista en salud bucal de manera periódica para mantener una buena salud oral. Sobre todo, si se presentan los siguientes problemas dentales:
- Dolor
- Sensibilidad
- Sangrado en encías
- Hinchazón