No es una coincidencia que muchos restaurantes tengan colores en común, ya que estos tienen una finalidad: animar a sus comensales a comer.
De acuerdo con la psicología del consumidor, encargada de estudiar el comportamiento de los consumidores, los colores tienen una gran influencia en las personas, pueden hacerlas ver más fifís e incluso darles ganas de comer.
Por ejemplo, se considera que los colores naranja y amarillo estimulan el hambre, debido a que activan el cerebro al ser cálidos alegres.
El color naranja se asocia con los cítricos y, por lo tanto, una vida sana; además, se considera que aviva el apetito y la conversación; por lo tanto, los restaurantes recurren a éste para mantener más tiempo a sus clientes y consuman más.
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En tanto, el color amarillo es excelente para captar la atención de las personas; asimismo, proporciona alegría. Los negocios de comida rápida lo utilizan para que sus comensales coman más rápido y pidan más.
¿Qué color te quita el hambre?
Así como hay colores que estimulan el apetito, también hay uno que quita el hambre; por lo tanto, los restaurantes no recurren mucho a éste.
El color en cuestión es el azul; de acuerdo con el portal Grado Marketing, éste suprime el apetito, porque rara vez aparece en alimentos naturales.
Debido a lo anterior, algunos nutriólogos recomienda poner luces azules en el refrigerador cuando alguien está a dieta, con la finalidad de reducir su impulso de comer y el hambre.
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