Viajar en un avión puede ser una experiencia agridulce, pues aunque está la emoción por volar y llegar a un nuevo destino (tal vez vacaciones), nos enfrentamos a situaciones no tan agradables, como estar en un espacio reducido, sentarnos al lado de algún desconocido, o tener que comer los alimentos que nos dan durante el vuelo.
Seguramente ha pasado por tu mente alguna queja sobre la comida que dan en el avión, que no importa cuál aerolínea sea, sabe diferente a la que comemos mientras estamos en tierra, y para tu sorpresa, no es que la preparen mal, pues hay una respuesta científica que a continuación te diremos.
La realidad a por qué la comida tiene un sabor diferente, aunque se trate de simple pasta, se debe a que mientras estamos volando, las papilas gustativas se reducen hasta en un 30 por ciento, debido a la presión, sequedad y ruido de la aeronave.
La cuenta de Instagram Ciencia y Cocina explicó que el sabor de nuestros alimentos se siente por el aroma, luego la lengua, y “al masticar genera más volátiles que se huelen por la vía retro nasal (…) y al estar a más de 30 mil pies de altura, la presión de la cabina es diferente”, y como consecuencia, deshidrata las vías respiratorias, que a su vez afecta al degustar los platillos.
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Y no solo eso, sino que los ruidos y vibraciones del avión también influyen, pues afectan a que percibamos de una manera distinta los sabores de la comida, en particular de los dulces y salados.
Debido a esto, es que los chefs deben preparar la comida que se servirá en los aviones de manera diferente, es decir, agregan más condimentos para compensar un poco el sabor.