Muchos de los accidentes que ocurren en el hogar se deben a pequeños descuidos de nosotros o por no hacer caso a señales que parecieran insignificantes pero que en realidad nos están alertando de algo que pudiera ocurrir. Por ello, en esta ocasión te hablaremos sobre los cinco colores de la llama de la estufa que debes saber identificar.
La estufa es uno de los electrodomésticos a los que le debemos prestar mayor atención, pues su uso y falta de mantenimiento nos puede llevar a enfrentar una serie de peligros, entre los más comunes se encuentran: quemaduras por contacto, intoxicación química por emanación de gases (monóxido de carbono) e incendios.
Estos son los colores que debes identificar en la llama de tu estufa
De esta forma para evitar algunos de estos riesgos solo hace falta con observar el color de la llama de tu aparato de cocina para que sepas identificar si un peligro está en puerta.
Te podría interesar
- Azul. De acuerdo con la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), este es el color ideal que debe tener una estufa, el cual indica que la combustión de gas es la correcta.
- Azul transparente. Significa que hay un exceso de aire en el proceso de combustión por pérdida de gas.
- Naranja. Indica deficiencia de oxígeno por hollín en las rejillas o calentadores.
- Roja. Te indica óxido o partículas tóxicas alojadas en las tuberías de gas, lo cual podría ser muy peligroso.
- Verde. Significa que la estufa está quemando partículas extrañas como zinc, cobre o bronce, provocando que la combustión no se realice de manera correcta.
Normalmente se cree que la flama amarilla o naranja podría ser producto de una mayor propagación de calor, en realidad sucede todo lo contrario; lo que está pasando con tu estufa es que hay demasiado gas y muy poco aire en la combustión, es decir, gran parte del gas que se está utilizando en realidad se está desperdiciando.
Asimismo, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) señala que la estufa puede generar monóxido de carbono, gas que es altamente peligroso porque es una sustancia tóxica, el cual no es detectable a través de los sentidos, ya que carece de olor, sabor, color e incluso no es capaz de irritar los ojos o la nariz.
Este gas tóxico se puede producir si no está asegurada la llegada de oxígeno suficiente al quemador. Esto puede ocurrir porque el orificio de salida de gas es muy pequeño, porque está bloqueado o porque el orificio del quemador sufrió algún daño o por problemas de fábrica.
De esta forma lo que la CENAPRED aconseja es remplazar el quemador, o en su lugar, revisar la salida del gas y limpiarla. También puedes llamar a un técnico para que lleve a cabo un mantenimiento especializado a tu estufa, mismo que debe realizarse cada año._ Con información de CENAPRED