Sabemos que la cerveza bien fría es deliciosa, y más cuando son de esos días calurosos que quieres que tu ‘chela’ esté bien helada. Y cuando no está en el punto que se requiere, suelen meterla al congelador, sin embargo, esta sería una mala práctica, según expertos.
¿Qué pasa cuando una cerveza se congela?
Expertos apuntan que no es recomendable meter la cerveza al congelador debido a que puede sufrir algunas variaciones en su sabor y calidad.
Muchos amantes de la cerveza se fijan en la levadura, por lo que estas células estarían debilitadas o incluso podrían llegar a morir, lo que alteraría su sabor en el paladar.
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Además, los especialistas dicen que es muy probable que pierda su nivel de carbonatación (se le irán sus burbujas) y las proteínas que la integran se modifiquen.
Además otro aspecto a tomar en cuenta es que los líquidos se expanden al congelarse. Si alguna vez has hecho la prueba con una botella de alto grado de alcohol como el tequila o whisky, habrás notado que no se congela. En cambio, las latas y botellas de cerveza sí lo hacen ejerciendo una presión que –si se acumula– puede hacer que se rompa o se selle.
Si no quieres arriesgarte a que tu botella se rompa o se alteren los sabores, mejor sigue el antiguo truco, en una hielera mezcla agua, sal y hielos para poder enfriar más rápido tus cervezas y sin que se altere el sabor.