En México el refresco es una de las bebidas más populares, pues muchos suelen acompañar sus comidas y refrigerios con este elixir, además hay quién lo usa para prepara cocteles o simplemente para beberlo durante el día. Pero te has preguntado ¿qué le pasa a tu cuerpo una hora después de tomar refresco?
Hasta el último trimestre del 2022, México se ubicada en el cuarto lugar a nivel mundial de los países donde más se consume refresco, de acuerdo con Statista. Y es que muchas personas sólo disfrutan su agradable sabor sin importar sin pensar en las consecuencias que beberlo puede traer a la salud.
Aunque muchos deciden optar por alternativas que a simple vista parecen más saludables como los refrescos ligth y zero, lo cierto es que estos líquidos son una bomba de tiempo que va deteriorando el organismo.
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¿Qué le pasa a tu cuerpo una hora después de tomar refresco?
Una vez que has tomado el primer trago de refresco, tu intestino transmite el azúcar a tu sangre aumentando los niveles de glucosa, lo que se siente como una infusión de energía y para controlar todo este flujo varios órganos de tu cuerpo funcionan a toda marcha para que puedas procesarlo. Esto sucede dentro de los primeros 10 a 15 minutos.
A la par, tu páncreas libera insulina para ayudar a transportar el azúcar a tus músculos y obtener fuerza, pero el refresco tiene mucho más de la que necesitas. Esta cantidad de azúcar, la cual es un carbohidrato, podría cubrir la cantidad completa de carbohidratos a través de los líquidos.
El endocrinólogo y profesor asistente de medicina en la Universidad de Medicina de Chicago, Meltem Zeytinoglu, explicó que en la mayoría de los casos el refresco se consume junto a la comida por lo que los carbohidratos adicionales terminan por almacenarse en el tejido muscular, lo que se convierte en grasa en el hígado.
Otro de los órganos que entra en juego para eliminar el exceso de glucosa es tu riñón, mediante la orina. Lo que significa que hace que tu cuerpo pierda agua y junto al efecto diurético de la cafeína de la bebida, eleva el riesgo de deshidratación.
Sin importar si es light, zero o normal, el refresco funciona como una bomba para tu organismo, ya que al momento de tomarlo el ácido fosfórico se une al calcio, magnesio y zinc en el intestino grueso, dándole un impulso adicional al metabolismo, lo que se agrava por las altas dosis de azúcar y edulcorantes artificiales que también aumentan la excreción urinaria del calcio.
Zeytinoglu afirma que tomar un refresco de vez en cuando no tiene un impacto significativo en tu salud, el problema es cuando se convierte en un hábito, pues tomar uno de estos nunca es suficiente y es que la dopamina que libera el cerebro cuando bebemos uno, lo hace adictivo.
Así lo dio a conocer un estudio de la Universidad de Princeton, en el que los investigadores dieron a los ratones hambrientos una solución azucarada lo que provocó que sus cerebros liberaran dopamina, una sustancia química que desencadena la motivación y la recompensa y que puede volverse adictiva.
Este efecto también ocurre en los humanos, reveló una investigación de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos que sostiene que los humanos hemos evolucionado "como una especie que valora instintivamente los alimentos rápidos, ricos en carbohidratos y altos en calorías".
Esto no significa que debas decirle adiós al refresco para siempre, pero los especialistas recomiendan controlar las porciones u optar por opciones más saludables y no calóricas como el té helado o el agua.