Agustín Lara no solo era amante de la música, también de la buena comida, más de la mexicana; de hecho, se dice que una de sus esposas lo conquistó por el estómago.
¿Qué le gustaba comer a Agustín Lara?
De acuerdo con la escritora Guadalupe Loaeza, autora del libro "Mi novia, la tristeza" -recopilación biográfica de Agustín Lara-, uno de los platillos favoritos del compositor conocido como "El flaco de oro" era el mole.
Consciente de que "El músico poeta" no podía resistirse al mole, Carmen Zozaya, una de las mujeres que conquistó al famoso, solía consentirlo con éste.
"La Chata", como era apodada la mujer, preparaba de todo los moles habidos y por haber, entre los cuales se encontraban el colorado, negro, amarillo, verde, blanco; también los hacía con guajolote, pollo, cadera, cuete y hasta pato.
Según María Paz Águila Villalobos, una de las hermanas Águila, "La Chata" hacía un "mole riquísimo", que le fascinaba a Agustín Lara, tanto que incluso cuando salía de viaje llevaba en su maleta los ingredientes para que se lo preparara.
"(Agustín Lara) llevaba unos baúles llenos de especias; llevaba todo para hacer mole en un hotel o en medio de la selva. Agustín llevaba a su cocinera, así lo conquistó (Carmen Zozaya)", contó Paz, citada por el portal Cocina Facilísimo.
Tan grande era el gusto del "Flaco de oro" por el mole, que Rocío Durán, a quien adoptó junto con María Félix y después se convirtió en su esposa, le enseñó a cocinarlo.
Durán le enseñó al autor de "María Bonita" a hacer el mole de manera artesanal, ya que le exigía que moliera los ingredientes de la preparación en el metate.
En cuanto a las bebidas que le gustaban a Agustín Lara; en una ocasión, María Félix reveló que le encantaban las aguas frescas, como la de limón y jamaica.