Pedro Infante era "un hombre muy tragón", dicho por su hija Lupita Infante, quien podía comer desde el platillo más sencillo, hasta el más lujoso, siempre y cuando no tuvieran el ingrediente que él odiaba.
Según la hija del apodado "Ídolo de Guamúchil", uno de los más grandes placeres del famoso era la comida; además, "era muy antojadizo".
En la mesa del actor del Cine de oro mexicano no podían faltar la salsa de molcajete, que a veces él preparaba; y las tortillas hechas a mano.
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"Entre las cosas que no podían faltar en la mesa era la salsa de molcajete, que en ocasiones él mismo preparaba. Tampoco debían faltar las tortillas, sobre todo hechas a mano; (le gustaba) comerlas recién salidas del comal", contó hace tiempo Lupita Infante.
Como lo mencionamos al principio, Pedro Infante no era remilgoso, podía comer desde frijoles de la olla hasta el platillo más sofisticado, pero no soportaba que su comida tuvieran pedazos de cebolla.
Se dice que al protagonista de "Dos tipos de cuidado" le gustaba que la comida fuera condimentada con cebolla; sin embargo, odiaba ver pedazos de ésta en su plato.
¿Cuál era el platillo favorito de Pedro Infante?
Como buen hombre "tragón", el actor del Cine de Oro tenía un platillo favorito y éste eran las verdolagas con carne de cerdo en salsa verde; claro, con la cebolla bien licuada.
Entre los postres preferidos del "Ídolo de Guamúchil", quien murió el 15 de abril de 1957, estaban la natilla de vainilla, las fresas con crema y el "Pedro Chávez Special".
Queda claro que el intérprete de "Cien años" no podía resistirse a los alimentos, porque en una ocasión se terminó él solo una cazuela de comida que preparó su esposa Lupita Torrentera para toda la familia.
“Hay muchas anécdotas muy divertidas, una vez mi mamá preparó una gran cazuela de comida, mi papá entraba y salía de la cocina y a la hora de comer ya no había nada, ya se lo había acabado todo”, contó la hija de Pedro Infante.