Los huevos de gallina son los más consumidos en el mundo; de acuerdo con el Instituto de Estudios del Huevo, el 92% de la población los come. Sin embargo, no es el único para consumo humano que existe; por ejemplo, están los huevos de codorniz.
Los huevos de codorniz, aunque no son muy populares entre la población, tienen grandes beneficios para la salud, incluso mejores que los huevos de gallina.
Si tienes dudas sobre los huevos de codorniz, te decimos algunos de los aspectos positivos de estos, los cuales seguramente te convencerán de incluirlos a tu dieta.
Los huevos en cuestión tienen un contenido de proteínas ligeramente superior a los de gallina: 13.1 g. sobre 12.5 g. por porción de 100 g.
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También contienen más folatos, que intervienen en la formación de tejidos maternos durante el embarazo; además, son necesarios para producir ADN y otros tipos de material genético.
Además, los huevos de codorniz tienen casi el doble de hierro, que ayuda a la fabricación de hemoglobina, una proteína de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno de los pulmones a distintas partes del cuerpo.
Sin embargo, también hay que tener cuidado con los huevos de codorniz, porque cuentan con menos vitaminas A y D que los de gallina; asimismo, tienen más porcentaje de colesterol, y casi la misma grasa y calorías.
¿Cuáles son los beneficios de los huevos de gallina?
Los huevos de gallina, sin importar el color de su cascarón, son una gran fuente de albúmina, que es la parte blanca del huevo (clara), y lípidos (yema).
La clara está formada por 90% de agua y el resto son proteínas; es así que éste es el único alimento que aporta proteínas sin grasa. La yema es la tercera parte del huevo y se compone principalmente de grasas saludables, vitaminas, proteínas y minerales, aportando en conjunto 60 calorías.
Tanto los huevos de codorniz como los de gallina son buenos para la salud; sin embargo, como con todos los alimentos, hay que moderar su consumo.