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Estos son los apellidos de los piratas más famosos... ¿son tus ancestros?

A finales de 1600 y principios de 1700 los océanos estaban dominados por piratas que se dedicaban a saquear barcos o puertos.

La Edad de Oro de la pirateria fue a finales de 1600 y principios de 1700Créditos: Especial / Pixabay
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Hace poco más de 300 años se vivió la ‘Edad de Oro’ de la piratería, una época en la que los robos a barcos en altamar e incuso a los puertos eran algo cotidiano y durante la que se hicieron famosos algunos de los piratas más sanguinarios que han navegado los océanos, cuyos apellidos lograron perdurar hasta nuestros días.

Con el auge del comercio marítimo entre Europa y las colonas británicas o españolas en América, a finales de 1600 y durante las primeras décadas de 1700 se vivió un auge de barcos piratas que navegaban en el Caribe, el océano Atlántico y el Índico. 

La mayoría de los capitanes piratas más famosos que navegaron durante esta época eran británicos o estadounidenses, pero también había de otras nacionalidades como holandeses franceses, chinos o africanos.

Los apellidos de los piratas más famosos 

Los piratas más reconocidos de la época ganaron su fama gracias a sus atracos o por la violencia que demostraban, por lo que incluso muchos barcos se rendían al enterarse del nombre del  capitán que los atacaba.

Estos son los nombres y apellidos reales de algunos de los piratas más famosos:

  1. Barbanegra’: Edward Teach
  2. Capitán Morgan’: Henry Morgan
  3. Calico Jack’: Jack Rackham
  4. Hermanos Barbarroja’: Aruj e Hizir bin Yakup
  5. Black Sam’: Samuel Bellamy
  6. John Roberts’: Bartholomew Roberts
  7. El Caballero Pirata’: Stede Bonnet
  8. Anne Bonny
  9. Mary Read
  10. William Kidd
  11. Charles Vane
  12. Amaro Pargo 
  13. Pedro de Larraondo
  14. Juan García
  15. Ángel García ‘Cabeza de Perro’
  16. Mansel Alcántara
La bandera clásica de los piratas con la calavera se llama ‘Jolly Roger’. Foto: Pixabay

Gracias a la infame reputación de algunos de los piratas más famosos que navegaron hace siglos, muchos barcos incluso se rendían tan pronto como veían la bandera de su navío o al escuchar el nombre y apellido del capitán que pretendía abordarlos.