Son pocas las personas que tienen la costumbre de revisar el etiquetado y la fecha de vencimiento de los productos que consumimos, motivo por el cual, al menos en una ocasión, nos hemos llevado algún alimento o bebida caducada, pero ¿qué ocurre con el refresco?
Y es que en casos como el yogurt, quesos, pan o jamón podemos notar una consistencia extraña, un olor desagradable, la aparición de hongos, entre muchas otras señales que nos indican que ya no debemos ingerir estos alimentos pues podrían poner en peligro nuestra salud.
No obstante, cuando el refresco nunca ha sido destapado no hay señales evidentes que nos alerten sobre que la bebida ha alcanzado su tiempo de vida establecida, por lo que ha surgido la duda sobre si es peligroso tomarse esta bebida caducada.
¿Es peligroso tomar un refresco caducado?
Bueno pues si en tu refrigerador tienes un refresco caducado o recientemente compraste uno en alguna tienda y ya ha alcanzado su fecha de vencimiento, debes saber que no corres ningún peligro por ingerirlo.
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Y es que el refresco está dentro de varios alimentos y bebidas, cuyo envase muestra la fecha de consumo preferente, no la de caducidad. Esta fecha marca las recomendaciones para disfrutar del producto en su mejor momento, pero no el tiempo a partir del cual quedará incomible o imbebible.
Debes saber que a los nueve meses tras la fecha de caducidad, la bebida perderá el gas, pero su ingesta no conlleva a ningún tipo de riesgo para la salud.
Con el paso del tiempo, lo primero que se echa a perder en el refresco es el CO2, por lo que el sabor no será el mismo que un refresco vigente, pues será completamente plano. Incluso notarás que las burbujas habrán disminuido o hasta podrían desaparecer.
Sin embargo, si planeas ingerir un refresco caducado es indispensable que haya sido almacenado correctamente y que nunca se haya abierto. Además, debió permanecer en un lugar oscuro y fresco, con una temperatura constante.
En el caso de refrescos light sí es importante tener cuidado con su ingesta si están caducados, debido a su alto contenido en edulcorantes artificiales, los cuales se empiezan a descomponer químicamente lo que propiciará a que tenga un sabor desagradable.
Así que ya sabes no es peligroso tomar un refresco caducado, siempre y cuando haya sido almacenado correctamente y nunca haya sido abierto.