Una de las comidas más famosas de bebé sin duda es la papilla de la marca Gerber. Las hay de todos los sabores y colores, incluso dulces y saladas, y suelen ser un básico en la alimentación de los pequeñitos, pero ¿alguna vez te has preguntado qué tan buenas son?.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) puso a prueba 21 papillas, de fruta y con carne, donde analizó aspectos como contenido de proteínas, grasa, carbohidratos, azúcares, sodio y su aporte calórico. Así que sigue leyendo y descubre qué tan buena es la papilla Gerber.
¿Qué tan bueno es el Gerber para los bebés?
En el estudio realizado por la Profeco también se evaluaron puntos como que las papillas estuvieran libres de microorganismos patógenos y que su manejo fuera el correcto.
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Y en conclusión, la dependencia determinó que la papilla Gerber, e incluso de otras marcas, cumplieron con los requerimientos sanitarios establecidos por la autoridad. Entre los puntos a destacar está que las papillas a base de fruta no rebasaron los 17 gramos por porción.
Mientras que en los alimentos a base de carne o vegetales, se encontró que los nutrientes y el tamaño de las porciones van en aumento, conforme a la edad del bebé. Más importante aún, es que no encontraron conservadores o colorantes, que pudieran ser dañinos para tus bebés.
Finalmente, la Profeco determinó que el etiquetado de Gerber cumple con la normatividad en cuanto a la información nutricional, edad de consumo e instrucciones para prepararla. Asimismo, recordó que la mejor opción siempre será dar alimentos naturales, que sean preparados en casa.