Emilio "Indio" Fernández era un gran amante de la comida mexicana, la cual ofrecía cuando realizaba fiestas en su casa de Coyoacán.
Cuando al actor y director del Cine de Oro mexicano se le ocurría hacer una "pachanga", podía invitar desde 10 hasta 200 personas, quienes llegaban a pasar semanas en su hogar.
Durante su estancia, los invitados del famoso, entre los que se encontraban personajes como Liz Taylor, Frida Kahlo, Diego Rivera, Lola Beltrán y José Alfredo Jiménez, disfrutaban de los mejores platillos.
Adela Fernández, hija del protagonista de "Maclovia", reveló hace un tiempo que para su padre era importante tener comida y compartirla; además, era estricto con la sazón.
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"Para mi padre era importante tener comida y compartirla. Sus fiestas duraban semanas, exigía comida mexicana, manteles bordados y música. Decía que era lo mismo cocinar para 10 que para 200, y era estricto con la sazón. Luego llamaba a sus novias para que vinieran a lavar los trastos", afirma Adela Fernández.
En dichas fiestas, que en ocasiones comenzaban como pequeñas reuniones entre amigos, el "Indio" Fernández ofrecía mole verde y rojo, barbacoa, tamales, birria y tortillas hechas a mano.
En cuanto a bebidas, los invitados de Emilio Fernández podían tomar, hasta saciarse o más si quería, tequila, mezcal, pulque, sotol, agua de jamaica o chocolate en agua, al cual sus cocineras le agregaban anís y una pizca de sal.
Una de las fiestas más memorables que se hicieron en la casa del actor de la época dorada del cine mexicano, según su hija, fue la que le ofreció al actor Yul Brinner.
Adela Fernández recordó en esa ocasión cantaron las estrellas Lola Beltrán, Amalia Mendoza y Amalia Rodríguez, la reina del fado.
La fiesta de las fiestas, como la hija de Emilio Fernández la llamó, duró días, durante los cuales hubo barbacoa, tamales, tequila, mezcal y sotol.
¿Qué no le gustaba comer al "Indio" Fernádez?
El "Indio" Fernández "no era remilgoso, dejaba los platos limpios, y aunque no cocinaba, le gustaba rodearse de gente que supiera hacerlo"; sin embargo, había un platillo que no le agradaba del todo: los chiles en nogada, por el acitrón, el cual no le gustaba.
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