Cuando no queremos comer carnes rojas por temor a que nos haga daño, ya que según algunos expertos, lo recomendable es comerla solo un par de veces a la semana, sin duda nuestra segunda opción es el pollo.
Esta carne blanca tiene una gran variedad de propiedades, y lo mejor es que lo podemos comer en un sinfín de presentaciones como pollo rostizado, las alitas, en una ensalada, y muchos platillos más. No obstante, hay ciertas precauciones que debes tener, así que sigue leyendo para que sepas cuáles son.
¿Qué desventajas trae comer mucho pollo?
Como ya lo mencionamos, el pollo tiene muchos nutrientes que ayudan a nuestra salud. El Consejo Mexicano de la Carne afirma que ofrece proteínas, lípidos, vitamina 3, calcio, hierro, zinc, sodio, potasio y magnesio. No obstante, lo ideal es que vigiles su consumo, y no lo hagas diario.
Según un estudio del Children’s Hospital Oakland Research Institute, el consumo constante de pollo aumenta los niveles de colesterol malo en la sangre, casi igual que una carne roja.
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Es debido a esto, que los académicos que realizaron dicho análisis, recomendaron a la población consumir menos carne roja y blanca, y en su caso, consumir otras proteínas como semillas, soya, entre otros.
El medio español Business Insider también enlistó la serie de riesgos que podrías tener si excedes el consumo de pollo. Por ejemplo, puedes sufrir deficiencias nutricionales, exceder el consumo de proteína o hasta tener problemas para regular tu peso.
Recuerda que lo mejor es que acudas con un experto que te dé una dieta basada en tus necesidades y problemas.