Con la masa de maíz se puede preparar una gran variedad de platillos; por ejemplo, un rico huarache, el cual tiene su propia feria en Toluca.
El Ayuntamiento de Toluca anunció hace unos días la edición 2023 de la Feria del Huarache, la cual promociona con la frase, "¡son huaraches, no tlayudas!", ante la confusión que hay entre ambos platillos.
Dicho evento se llevará a cabo este 11 y 12 de marzo, de 9 de la mañana a 6 de la tarde; sobre Paseo Matlazincas, Juan Camaño y Refugio Velazco, donde se dice que nació este platillo
¿Cuál es la diferencia entre los huaraches y las tlayudas?
El huarache toluqueño es originario de la localidad llamada La Teresona y tiene más de 100 años de haber sido creada, resalta el Gobierno local.
Te podría interesar
Este platillo es una tostada alargada de maíz azul o amarillo, cocida en comal de barro, a la cual se le untan frijoles y acompaña con nopales, cebolla, cilantro y queso fresco; además, se baña con una salsa de jitomate con chile de árbol -que es muy picosa-.
La confusión entre los huaraches de Toluca y las tlayudas, típicas de Oaxaca, surge porque ambos son tostadas gigantes; sin embargo, una es alargada y otra redonda, y su preparación es distinta.
A las tlayudas también se les untan frijoles, solo que llevan asiento, manteca de cerdo quemada, que resulta de la fritura del chicharrón; además, se les agrega, queso oaxaca y chorizo o cecina (o ambos).
También existe la versión capitalina (de la Ciudad e México), de los huaraches, los cuales son completamente diferentes a los de Toluca.
El platillo de la capital del país es similar a un tlacoyo, aunque se distingue por se más grande y delgado, al cual se le pueden poner diferentes guisado encima, como carnes de cerdo, res o pollo, huevo, tinga, longaniza, chorizo, nopales y mole.
Se cuenta que el 19 de mayo de 1935, la señora Carmen Gómez decidió establecer un puesto de tlacoyos a la orilla del embarcadero del gran Canal Nacional, hoy conocido como La Viga. En esos días doña Carmelita, como era conocida por todos, iniciaba su labor diaria con la molienda del nixtamal y del frijol en metate de piedra negra, y con la preparación de las tradicionales salsas verde y roja molidas en molcajete.
En 1938 se entubó el canal y se construyó el mercado de Jamaica, donde doña Carmelita adquirió un local. A partir de entonces, los tlacoyos adoptaron el nombre de huaraches, debido a su forma y tamaño, similares a los huaraches que se utilizaban antiguamente, de acuerdo con el diccionario gastronómico Larousse.
Para no pelear con nadie, hay que probar los huaraches de Toluca -aprovechando la Feria del Huarache-, los de la Ciudad de México y las tlayudas de Oaxaca.
¡Sigue la cuenta de Twitter de Grupo Fórmula!