Los postres en la actualidad son muy diversos, pues existen panes, pastelillos rellenos, pasteles, gelatinas, entre otros; pero en la época prehispánica -específicamente en la región que hoy conocemos como Oaxaca- se comía un postre ancestral llamado nicuatole.
Algunas leyendas, que se han transmitido de generación en generación, cuentan que los reyes de las tribus indígenas en Oaxaca comían el nicuatole para recobrar la energía gastada durante las batallas.
Además, presuntamente era un alimento que acostumbraban darle a los niños para su crecimiento, debido a su alto contenido energético.
Su nombre proviene del náhuatl "necuatl" o "necutli", que significa miel, que en este caso es del maguey; y "atolli", que significa atole.
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¿Cómo se prepara el Nicuatole?
La preparación del nicuatole es muy sencilla. Para hacerlo artesanalmente, se deben tener los siguientes ingredientes: maíz criollo (o masa para tortillas), agua, leche, azúcar o piloncillo, y canela.
Primero se debe agregar la masa y ponerla a hervir con agua mientras se mezcla para hacer un líquido. Luego, se deben ir agregando los otros ingredientes que son la leche, el azúcar y la canela hasta tener una consistencia espesa.
Por último, se debe refrigerar durante media hora o hasta que esté bien cuajado y después será posible comerlo.
Con el tiempo, la receta ha tenido variantes, pues antes se utilizaba miel de maguey, chile verde, y se le daba color rojo con grana cochinilla y, por otra parte, al atole preparado con chile amarillo, se le llamaba chinecuatolli._con información de Directo al Paladar, Larousse Cocina, CORTV y Andrés Cardenas.