En las fiestas, con chile y limón o en ensaladas, los cacahuates japoneses son una de las botanas preferidas por los mexicanos, pero ¿sabías que se inventaron en la Ciudad de México? Te contamos.
El inventor de los cacahuates japoneses también es reconocido por crear los famosos muéganos; estas dos botanas fueron de las más populares en 1943.
¿En dónde nacieron los cacahuates japoneses?
El divulgador cultural y escritor Enrique Ortiz publicó en su cuenta de redes sociales diferentes fotos donde cuenta la historia de la creación de los cacahuates japoneses, además del lugar donde se comercializó.
La venta de dicha botana surgió en la calle de Carretones, la Merced, donde vivía Yoshihei Nakatani de origen japonés y esposa mexicana.
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Cada vez que una persona quería cacahuates iban con “el japonés” así que al principio a Yoshihei se le ocurrió nombrarlos con su apellido, pero después lo cambió a Nipón (Japón).
Los cacahuates son hechos a base de harina de arroz, aunque fue sustituida por la de trigo, ya que era barata y fácil de adquirir.
El señor Nakatani trabajó en Japón preparando mamekashi (semillas recubiertas con una capa de harina condimentada) y esto lo quiso realizar en México, pero con el cacahuate.
Nakatani vino a México porque iba a trabajar en una empresa, estilo Liverpool, llamada “El Nuevo Japón”, pero con el inicio de la segunda Guerra Mundial se cerró, dejando al japonés varado en México.
Años después, su hijo Gustavo Nakatani Ávila, fue un famoso cantante, de la década de los setenta y ochenta, mejor conocido como “Yoshio” que significa “hombre noble”.
Cantó temas como “Samurai”, “A mí manera”, “Lo que pasó, pasó”, “Reina de corazones” y celebró 45 años de carrera en el Lunario del Auditorio Nacional. En el 2020 murió debido a causa del COVID-19.