Los frijoles son uno de los alimentos más consumidos en los hogares mexicanos gracias a su versatilidad, fácil preparación y bajo costo; desafortunadamente su gran sabor viene acompañado de un pequeño inconveniente: los gases que provocan.
Ya sean de la olla, refritos, rancheros, o en cualquier otra preparación, los frijoles han estado presentes en la dieta del mexicano desde la época prehispánica hasta nuestros días.
Se estima que durante 20921 el consumo per cápita de frijol en México fue de nueve kilos, de acuerdo con el Panorama Agroalimentario 2021 de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
Si eres fan de los frijoles, con estos trucos podrás comer todos los que quieras sin temor a que los gases te hagan pasar vergüenzas.
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5 trucos para comer frijoles sin temor a los gases
Los frijoles –al igual que otras legumbres como habas, garbanzos, lentejas, etc.- producen gases debido a que la membrana o piel que las recubre tiene un alto contenido de oligosacáridos, mismos que al ser descompuestos por las bacterias del estómago producen gases como metano, hidrógeno y dióxido de carbono.
Para que estos gases que se forman en tu cuerpo no te hagan pasar un mal rato, estos trucos te ayudarán:
- Remoja los frijoles un día antes de cocinarlos
- Remoja los frijoles en agua con bicarbonato
- Agrega bicarbonato de sodio durante la cocción
- Cocina los frijoles en la olla exprés
- Puedes agregar otras especias como el laurel para ayudar a la digestión
Los frijoles –y las leguminosas en general- son considerados por los especialistas parte de una dieta balanceada gracias a que aportan proteína vegetal, fibra, vitaminas, calcio y otros nutrientes, el único inconveniente que tienen son los gases que provocan.