Ahora que ya se acerca la Cuaresma, el tiempo de reflexión del católico y que dura 40 días, tal vez quieras dejar de comer carne en exceso y volver al pescado. Entre ellos hay dos opciones saludables: el atún y las sardinas, pero ¿cuál es mejor? Te contamos.
Ambos alimentos se venden en diversas presentaciones, principalmente en lata, y pueden ser preparados en varias recetas, aunque también hay algunas personas que los comen sin demasiada preparación o directo del envase.
Atún vs. sardinas: ¿cuál es mejor para tu salud según expertos?
En general los expertos coinciden en que las sardinas y el atún alimentos son saludables y recomendados para una dieta balanceada por sus contenidos nutrimentales, donde destacan el omega 3, que ayudan a regular el nivel de los triglicéridos, así como actúan en las respuestas inflamatorias.
Además ambos contienen alto nivel de yodo, potasio y tienen un alto nivel proteico, además de que son una buena fuente de vitaminas y minerales, con ausencia de carbohidratos, de acuerdo con lo que señaló la doctora Orlany García en el sitio web de 1doc3.
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En el mismo sentido Odeth Salguero, quien fuera gerente de Marca Regional de Atunes y Sardinas La Sirena en Guatemala, resaltó para el Diario de Centro América que los dos pescados son fuentes de energía y que tienen vitaminas A y D, zinc, selenio, entre otros.
“Tanto el atún como la sardina son alimentos valorados por su sabor, los componentes saludables y la disponibilidad inmediata, los convierte en el reemplazo perfecto para cualquier proteína o para aquellos que se cuidan y les gusta agregar alguna variación saludable a su dieta”, precisó Salguero.
Aunque hay algunas presentaciones de atún a las que se les adicionan otros ingredientes, como la soya; en el caso de las sardinas suelen tener más sodio.
¿Cuáles son todos los nutrientes que tienen las sardinas?
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), las sardinas tienen los siguientes nutrientes:
- Calcio: mineral necesario para el desarrollo de huesos y dientes fuertes, coagulación de la sangre, mantenimiento de un ritmo cardíaco normal, entre otros
- Proteína: se requiere para fortalecer huesos, músculos y piel
- Fósforo: se necesita para producir energía, el funcionamiento de los riñones, palpitaciones normales, entre otras cosas más
- Omega 3 y Omega 6: ácidos grasos que tienen acción sobre las neuronas, así como ayudan a regular el nivel de triglicéridos
- Vitamina A: es importante para la visión normal, el crecimiento y el desarrollo, el buen funcionamiento del corazón y los pulmones, el sistema inmune, la reproducción y tiene un efecto antioxidante
- Vitamina B: ayudan a convertir los alimentos en energía, formar glóbulos rojos y al crecimiento, desarrollo y funcionamiento de las células del organismo
- Vitamina D: es vital para el funcionamiento del sistema inmunitario y el nervioso, la absorción de calcio y su fijación en los huesos, así como para el funcionamiento de los músculos
- Vitamina E: ayuda a la visión, el cerebro, la piel, el sistema inmune, la reproducción, dilatar los vasos sangíneos, evita que se formen coágulos de sangre y tiene efecto antioxidante
Pero recuerda que ningún alimento debe dominar en exceso tu alimentación, pues tu dieta debe ser variada, de acuerdo a lo que destacó Abel Mariné, quien fuera catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Barcelona, en un texto para El País, donde también recomendó comer atún y sardinas.