Las costumbres pueden ser difíciles de erradicar, y más cuando no tenemos ni idea que cierta actividad o acción puede hacernos daño, por más absurdas que estas parezcan y una de ellas es tomar agua entre comidas y la supuesta relación que tiene con que engordemos.
Por mucho tiempo se ha rumorado que esta acción podría provocar que las personas subamos de peso, y aunque es un mito muy conocido, poco se sabe si es cierto, o se trata, una vez más, de un dicho infundado.
Pero si eres de esos que creían que era verdad, déjame decirte que es todo lo contrario. Expertos recordaron que el agua no aporta calorías, por lo que es imposible que si la tomas mientras estás comiendo, engordes. Por supuesto, toma en cuenta que estamos hablando del agua natural, ya que si es de algún o sabor y/o agregas azúcar, entonces es una situación completamente diferente.
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No obstante, una de las cosas que debes tener muy en cuenta es que si tomas mucho de este líquido antes de ingerir este alimento, es probable que te provoque una sensación de saciedad. Por ejemplo, el Consejo argentino sobre Seguridad de Alimentos y Nutrición agregó que “tomar mucha agua durante las comidas puede hacer que la digestión sea más lenta debido a que se diluyen en ella los jugos gástricos”.
Recuerda que lo ideal es tomar al menos dos litros de agua al día y llevar una dieta balanceada.