Escenarios como el cambio climático, la pandemia por COVID-19 y hasta la posible caída de un asteroide, como el que detonó la extinción de los dinosaurios, son escenarios apocalípticos y ante los que se preparan las personas de la clase alta, quienes han aportado recursos para la construcción de búnkeres y así salvarse ante un posible escenario catastrófico.
Grandes empresas como Mondelez International, responsable de las galletas Oreo, también han pensado en la creación de bóvedas de hormigón para resguardar sus productos, aunque como parte de una campaña publicitaria. En el caso de las personas ricas, estos refugios se encuentran en Nueva Zelanda, uno de los países más grandes de Oceanía.
¿Cómo son los búnkeres de los ricos ante un apocalipsis?
The Vivos Group, una empresa a cargo del empresario Dance Vicino, es el encargado de construir refugios subterráneos en Nueva Zelanda, a donde se mudarán los millonarios de Sillicon Valley, Wall Street o Marbella, en caso de que la civilización empiece a colapsar a causa de una hecatombre mundial.
Reid Hoffman, uno de los creadores de LinkedIn, estima que hasta el 50 por ciento de los millonarios de Sillicon Valley han adquirido uno de estos refugios; mientras que The Vivos Group declaró que sus ventas aumentaron hasta 400 por ciento durante las primeras olas de la pandemia por COVID-19, aquello en 2020.
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Los refugios tienen un costo de 3 millones de dólares (alrededor de 60 millones de pesos), aunque la empresa planea edificar una versión de superlujo que tenga un costo de 8 millones (cerca de 160 millones de pesos); cada una de estas bóvedas de concreto llegan a pesar hasta 150 toneladas y pueden albergar de 10 a 24 personas.
Esto tienen los búnkeres de los ricos ante un apocalipsis:
- Baños de lujo.
- Salas de juegos.
- Campos de tiro.
- Gimnasio.
- Teatro.
- Camas quirúrgicas.
¿Dónde se encuentran los búnkeres de la clase alta en caso de un apocalipsis?
Rising S es otra de las compañías dedicadas a elaborar estos refugios de lujo para los integrantes de la clase alta: cuentan con un 'búnker presidencial', que tiene un costo de 4.2 millones de dólares (alrededor de 84 millones de pesos), el cual cuenta con espacios como un invernadero, gimnasio, salón para jugar bolos y hasta un garaje para automóviles.
Los refugios subterráneos no sólo se han construido en Nueva Zelanda, sino también en sitios como: Dakota del Sur (Estados Unidos) y Alemania; aunque también hay ideas para edificar algunos en la Costa Este de los EU y hasta en la Antártida, un continente casi despoblado a causa de sus bajas temperaturas.
Existen sitios en el mundo que ya cuentan con búnkeres en caso de una hecatombe, como es el caso de la Casa Blanca en los Estados Unidos o algunas estaciones del metro en Europa del Este, ya que fueron concebidas como refugios durante la llamada Guerra Fría, aunque en ninguno de estos sitios habrá las comodidades que busca la clase alta en sus refugios.