La lechuga es uno de los vegetables más consumidos por las personas, pues su versatilidad ayuda a que se puede combinar con cualquier alimento, desde una ensalada hasta un rico pozole.
Además, sabemos que hay varios tipos de lechuga, sin embargo, en todas sus presentaciones tiene bajo aporte en calorías. Esto, sin olvidar su textura fresca y crujiente, que la convierten en un ingrediente indispensable.
De acuerdo con Pinturerias México, es originaria de Asia y actualmente es cultivada en todo el mundo, aunque los griegos ya lo hacían hace más de 2 mil años.
Diferencias entre lechuga romana e italiana
Con base en información de la página española, Frutas Olivar, la lechuga romana tiene un cogollo alargado y verde intenso de las hojas, por lo que su sabor es ligeramente amargo.
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Mientras que la lechuga italiana- conocida como Lollo Bionda- es crujiente textura y hojas onduladas con bordes rizados, “ideal para darle un toque diferente a tus ensaladas por su característico sabor delicado”
Además, este tipo de lechuga posee minerales como:
- Magnesio
- Potasio
- Calcio
- Sodio
- Hierro.
También tiene flavonoides que cuidan al corazón, protegen al hígado, ante enfermedades degenerativas y patógenos. De igual manera, protegen nuestro estómago de úlceras, entre algunas de sus funciones.
Es una hortaliza que nos ayuda a eliminar los líquidos retenidos por su efecto diurético, por eso está indicada en casos de cistitis, cálculos renales, hipertensión, obesidad, etcétera.
La lechuga romana, por su parte, es muy rica en vitamina A, a diferencia de la lechuga italiana.
“Por lo que su consumo resulta muy recomendable para la prevención de ciertas enfermedades”, afirma Frutas Olivar.
En conclusión, tanto la lechuga romana como la italiana tienen grandes aportes nutrimentales a tu organismo, por lo que, usarla dependerá del platillo o ensalada que decidas cocinar._ Con información de Pinturerías México.