Si eres de esas personas que comenzó el año poniéndose a dieta, seguramente pensaste que lo único que comerías sería lechuga ¿cierto?. Y tal vez no te equivocaste. Sin embargo, hay una situación particular que ronda a esta verdura: su posibilidad de gases e inflamación en el cuerpo.
Aunque se trata de un alimento muy saludable que sí o sí los nutriólogos siempre ponen en su plan alimenticio, es muy posible que si se consume en grandes cantidades pueda causar gases y hasta inflamación.
¿Por qué la lechuga provoca gases?
Según expertos, la lechuga tiene un alto contenido de fibra que puede que tu cuerpo no digiera adecuadamente. Afirman que este alimento también podría “hacer que algunos tengan un problema debido a su contenido de carbono”.
Además, agregaron que es la lechuga romana, la que tiene las hojas largas, la que contiene más contenido de fibra. Ante esta problemática, recomiendan no comer en grandes cantidades esta planta.
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No todo es malo; beneficios de la lechuga
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) destacaron que la lechuga brinda nutrientes que ayudan a protegerte de enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares y algunos cánceres.
No obstante, alertaron que las “verduras de hojas verdes a veces están contaminadas con microbios dañinos”, por lo que es importante que desinfectarlas de manera adecuada y así evitar cualquier enfermedad.