‘Baja los codos de la mesa’ es una de las frases que sin duda la mayoría de las personas han escuchado desde su niñez y aunque la mayoría obedecía esta orden sin cuestionar, muchos desconocen por qué no es correcto hacer esto a la hora de la comida.
Los buenos modales tienen sus primeros antecedentes en la época del Renacimiento, pero su práctica se hizo popular entre la sociedad durante el siglo XIX, época en la que nacieron algunas de las primeras reglas de etiqueta que actualmente siguen vigentes.
Desde cómo sostener los cubiertos hasta la forma de sentarse, existen reglas aceptadas socialmente sobre la forma de comportarse a la hora de comer, pero de todas ellas probablemente la más conocida es no poner los codos en la mesa.
¿Por qué es de mala educación poner los codos en la mesa?
Según las normas de etiqueta, poner los codos en la mesa al comer es un acto que refleja poca cultura en una persona y hace que tenga una apariencia ‘inelegante y tosca’.
Te podría interesar
Con el fin de fomentar los buenos modales entre toda la sociedad se publicaron libros como el ‘Manual de Carreño: manual de urbanidad y buenas costumbres para uso de la juventud de ambos sexos en el cual se encuentran las principales reglas de civilidad y etiqueta que deban observarse in las diversas situaciones sociales’, escrito en 1853 por el venezolano Manuel Antonio Carreño.
Dicha publicación es una especie de instructivo para saber cómo comportarse ‘con etiqueta’ en la mesa y en otras circunstancias de la vida diaria. En el apartado que habla sobre los modales a la hora de comer se explica por qué no se deben poner los codos en la mesa:
“No apoyemos nunca en la mesa todo el antebrazo, y en ningún caso pongamos sobre ella los codos en el momento de comer. Y téngase presente que es un acto que manifiesta poca cultura, y que al mismo tiempo comunica al cuerpo un aire inelegante y tosco”.
Según ‘El Manual de Carreño’ la posición correcta para los brazos a la hora de cenar es “dejar caer sobre las piernas una mano, ocultándola así de la vista de los demás, en tanto que se está haciendo uso de la otra para comer o beber”.
Si no quieres parecer alguien inculto y poco elegante –según las reglas de etiqueta- mejor evita poner los codos sobre la mesa mientras comes, o al menos eso recomienda le famoso ‘Manual de Carreño’.