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¿Quién es Carreño y qué son los buenos modales según su manual?

¿Qué son los buenos modales? Esto dice el manual del venezolano Manuel Antonio Carreño.

¿Qué son los buenos modales? Esto dice Carreño en su manual.Créditos: Especial
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Manuel Antonio Carreño fue un músico, pedagogo y diplomático que nació en la ciudad de Caracas, en Venezuela, y escribió un manual sobre buenos modales, el cual incluso ha sido retomado en alguna ocasión por el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.  

Carreño fue maestro del Libertador Simón Bolívar y, desde temprana edad, reveló su vocación por la pedagogía, sin embargo, lo que lo llevó al éxito fue su riguroso libro de urbanidad, en el que explicó que la tendencia se dirigía a la conservación del orden. 

Así fue como, en 1853, publicó por partes el Manual de urbanidad y buenas maneras, cuyo título completo fue “Manual de urbanidad y buenas maneras para uso de la juventud de ambos sexos”, en el que se encuentran las principales reglas de civilidad y etiqueta o buenos modales que se deben utilizar en diferentes situaciones sociales. 

Manuel Carreño. Créditos: BBC News

¿Qué son los buenos modales según el manual de Carreño?

Los buenos modales para Carreño eran una serie de reglas de urbanidad para comportarse en distintas situaciones, es decir, con los padres, al levantarse y acostarse, al acudir a una reunión, en presencia de una dama, a la hora de la comida y la forma de vestirse, entre otras.  

"Llámase urbanidad al conjunto de reglas que tenemos que observar para comunicar dignidad, decoro y elegancia a nuestras acciones y palabras, y para manifestar a los demás la benevolencia, atención y respeto que les son debidos", explica en su libro. 

De igual manera, señala que "por medio de un atento estudio de las reglas de la urbanidad, y por el contacto con las personas cultas y bien educadas", es como llegó a adquirir lo que especialmente se llaman buenos modales, que son "la decencia, moderación y oportunidad en nuestras acciones y palabras [...] que aparecen en todos nuestros movimientos exteriores, revelando la suavidad de las costumbres y la cultura del entendimiento". 

Algunas de las reglas de su libro son: 

  • "Es muy importante que cada individuo sepa tomar en sociedad el sitio que le corresponda por su edad, investidura, sexo, etc., etc."
  • "El aseo en nuestra persona debe hacer un papel importante en nuestras diarias ocupaciones; y nunca dejaremos de destinarle la suma de tiempo que nos reclame..."
  • "Después que nos levantemos de la mesa siempre que hayamos comido algo, debemos limpiar cuidadosamente nuestra dentadura; pero siempre a solas."
  • "Los que fuman, deben procurar impedir que sus dedos tomen esa mancha de un feísimo amarillo subido que va formando el humo, la cual no sólo da a las manos un mal aspecto, sino un olor verdaderamente insoportable."
  • "También son actos asquerosos e inciviles el eructar, el limpiarse los labios con las manos después de haber escupido, y sobre todo el mismo acto de escupir, que sólo las personas poco instruidas en materia de educación creen imprescindible..."
  • "Hay personas que al eructar acostumbran soplar fuertemente vueltas hacia un lado; lo cual es añadir una circunstancia todavía más repugnante..."
  • "Los vellos que nacen en la parte interior de la nariz deben recortarse cada vez que crezcan hasta asomarse por fuera..."
  • "Jamás empleemos los dedos para limpiarnos los ojos, los oídos, los dientes, ni mucho menos las narices. La persona que tal hace excita un asco invencible en los demás..."
  • "De la misma manera que debemos atender constantemente el aseo en nuestra persona y en nuestros vestidos, así debemos poner un especia cuidado en que la casa que habitamos, sus mueble y todos los demás objetos que en ella se encierren permanezcan siempre en un estado de perfecta limpieza."
  • "No toquemos con nuestras manos, ni menos con nuestros labios, ni con alguna cosa que haya entrado ya en nuestra boca, aquellos objetos que otro ha de comer o beber..."
  • "...es impolítico el incitar a una persona a que guste o huela una cosa que haya de producirle una sensación ingrata al paladar o al olfato."
  • "Las mujeres deben procurar no estar desaliñadas dentro de su casa ni aun para ejecutar las labores domésticas". 
  • "Cuando un caballero acompaña a una señora y a una señorita, o a una señora de avanzada edad y a otra señora joven, debe cuidar, al cambiar de acera, hacer que la señorita o señora joven cambie también de lugar, para que vaya siempre del lado de la calle."

Estas son sólo algunas de las tantas reglas que escribió el autor y que considera que deben observarse en las diversas situaciones sociales. 

Muchas de estas reglas se siguen usando en la actualidad, sin embargo, hay muchas otras que no se hacen debido a que ya son consideradas atrasadas o machistas. 

Carreño consideraba que el "ser caballero es una de las mejores cosas que puede llegar a hacer el ser humano", pues "las buenas maneras contribuyen al éxito".