El mundo animal no deja de sorprendernos, pues cada día los científicos descubren nuevas y maravillosas especies, pero también algunas letales como son el camarón mantis y el camarón pistola que no se pueden comer. Te contamos porque.
Es bien sabido que los camarones es uno de los platillos favoritos de las personas, sobre todo, cuando se esta de vacaciones frente al mar. Sin embargo, no todos los camarones son comestibles y algunos son incluso letales.
El primero de ellos es el camarón mantis (Odontodactylus scyllarus) que cuenta con una aspecto colorido y brillante, pero es capaz de capturar y destrozar especies más grandes que él.
A pesar de que no suele medir más de 18 centímetros, sus pinzas son capaces de destruir la cabeza de cualquier pez y hasta el vidrio de un acuario con su poderosas pinzas que alcanzan una velocidad de hasta 80 kilómetros por hora.
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Esto se debe a que sus pinzas cuentan con un mecanismo de resorte que libera la energía almacenada en sus patas y al tener varias capas de minerales son sumamente resistentes. Se estima que la fuerza con la que el camarón mantis golpea a sus presas es equivalente a la que necesitaría un hombre para levantar 30 coches.
Los científicos han advertido que se trata de un animal agresivo lo que junto a su velocidad lo hace sumamente peligroso. Este es nativo del océano Indo-Pacífico, que va desde Guam hasta África Oriental.
El segundo camarón letal es el llamado camarón pistola (Alpheidae), un animal de 3 a 5 centímetros de longitud que habitan usualmente entre las piedras costeras, en grietas o agujeros.
Se les conoce como camarones pistola porque cuentan con quelípodo (pata rematada con una pinza) muy desarrollado que produce una especie de chasquido con el que libera un estallido similar al de una onda de choque capaz de matar o aturdir a su presa.
De acuerdo con información de Current Biology, los cientificos han podido observar que este tipo de camarón es capaz de emitir una burbuja de vapor de agua a una temperatura de 4 mil grados centígrados por lo que es capaz de ser captado por el sonar de un submarino.
Esta especie letal habita en la gran barrea de coral en Australia y los buceadores se refieren a ellos como "los rompepulgares" porque, son muy agresivos y tienen una fuerza desproporcionada.
Aunque ambas especies son muy codiciadas en el comercio marino, muchas personas los consideran indeseables por su naturaleza agresiva y su capacidad para depredar a otras especies.