Las bajas temperaturas que este invierno ha traído nos obligan, un poco, a refugiarnos en las bebidas o platillos calientes, para que nos ayuden a no sufrir en el invierno. Sin duda uno de estos son los consomés o el tradicional caldo en cualquiera de sus presentaciones.
Ambos son líquidos, se sirven calientes, incluso en un plato hondo (aunque puede ser según tu elección), pero hay otras diferencias que los hacen únicos, y por supuesto exquisitos. Así que toma nota de cuáles son las características de cada uno.
Las diferencias entre el consomé y el caldo
En la gastronomía mexicana hay muchos platillos que tienen como base los caldos, por eso puede ser fácil confundirse. Sin embargo, la revista Gourmet de México aclara que el consomé es el resultado de una cocción larga de una proteína en agua. Aunque puede haber diferentes versiones y maneras de servirse según el estado, lo común es que sea al inicio de la comida.
Expertos agregan que lo ideal es retirarle toda la grasa para que los comensales lo puedan disfrutar sin temor a tener algún problema estomacal como gastritis o colitis.
Te podría interesar
Ahora aclaremos qué es el caldo. A diferencia del consomé, este tiene otra proteína y normalmente se hierve con carnes rojas, pescados, pollo o vegetales. Normalmente, se le añaden especias o condimentos, como hierbas aromáticas, que le dan un sabor único.
Este platillo es superclásico cuando te encuentras enfermo. Seguramente en algún momento, tu mamá te consintió y te preparó un caldo para que te sintieras mejor.