Las tarjetas de crédito se han convertido en compañeras inseparables para muchas personas a la hora de realizar compras, ya sea en línea o en tiendas físicas, de forma más sencilla y cómoda. Estas pequeñas piezas de plástico no solo ofrecen beneficios, sino también una puerta totalmente abierta al mundo financiero. Sin embargo, como cualquier herramienta, deben manejarse con cuidado.
El mayor temor de las personas que poseen tarjetas de crédito son los intereses, ya que pueden convertirse en deudas y, al mismo tiempo, en pesadillas financieras.
¿Para qué sirven las tarjetas de crédito?
Son muy útiles por su infinidad de funciones. Algunas ventajas de tener una son:
- Flexibilidad de pago: Puedes pagar tus compras a plazos con promociones.
- Seguridad: Te liberas del fraude en efectivo, aunque también es necesario cuidarse del fraude bancario.
- Beneficios: Algunos bancos ofrecen ventajas adicionales al usar las tarjetas, como puntos, cash back o pagos a mensualidades sin intereses.
Sin embargo, entre el lado oscuro de tener una tarjeta de crédito están los intereses, los gastos excesivos cuando no se saben utilizar y el endeudamiento.
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Antes de elegir una tarjeta de crédito, aquí te dejo tres consejos que sugiere seguir el banco BBVA:
- Compara el CAT: Este es el Costo Anual Total, que te ayudará a comprender el monto total que debes liquidar. Está compuesto por la tasa de interés que cobra el banco y por las comisiones adicionales. Si tienes dudas, pregunta a tu asesor antes de tramitar la tarjeta.
- Elige una tarjeta apta para ti: Cada banco tiene sus propias tarjetas, cada una con diferentes beneficios y cobros de anualidad. Algunas incluso no cobran anualidad si realizas una compra mínima al mes. Revisa las opciones que te interesen y pregunta sobre el límite de crédito.
- ¿Para qué usarás la tarjeta de crédito?: Responder a esta pregunta es importante para tener claro en qué gastarás y cómo administrarás tu presupuesto.
Analizar con sinceridad estos consejos te dará un panorama sobre si realmente es necesario tramitar una tarjeta de crédito. Cabe recalcar que, si te es posible, tener una primera tarjeta de crédito te ayudará a establecer un historial crediticio que funcionará para tu futuro financiero. La regla básica que muchos asesores de bancos aconsejan es pagar a tiempo y usar no más del 30% de la cantidad del crédito que se te otorgue.