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¿Por qué no se debe combinar el alcohol con antibióticos?

Esto es lo que pasa en tu cuerpo cuando combinas esos tragos coquetos con antibióticos.

Mejor no bebas alcohol si estás tomando antibióticos.Créditos: Rocío Martínez
Escrito en ESTILO DE VIDA el

Clásico que vas saliendo de esa infección en la garganta o en el estómago que te hizo ir al doctor, quien te recetó antibióticos, pero te invitaron de fiesta y… ¡claro! unos tragos coquetos de alcohol, obvio, se cruzan en tu camino.

Tu mamá o tu abuelita siempre te han dicho que no debes mezclar alcohol con antibióticos, que si te cruzas, que si ya no hace efecto el medicamento, pero ¿qué realmente pasa si los combinas?

¿Qué pasa si combino alcohol con antibióticos?

La organización Mayo Clinic indica que aunque el uso moderado de alcohol no reduce la eficacia de la mayoría de los antibióticos, puede reducir tu energía y hacer que tu recuperación de la enfermedad sea más lenta.

Pero no sólo eso, en su cuenta de TikTok, la doctora Laura Salazar, medica cirujana, explica otros problemas que puede traer esta mezcla.

Señala que cuando el hígado metaboliza el alcohol, primero lo convierte en acetaldehído, que es una sustancia muy tóxica.

Los antibióticos provocan una acumulación de acetaldehído y esta acumulación de toxinas hace que se manifiesten síntomas como náuseas y vómitos severos, palpitaciones en la cabeza y el cuello, latidos cardíacos irregulares y/o rápidos, ansiedad, mareo, transpiración, enrojecimiento y sed intensa.

Pero además, según la organización Mayo Clinic indica que algunos antibióticos combinados con bebidas alcohólicas como vino y cerveza puede causar un peligroso aumento de la presión arterial.

La doctora Salazar explica que estas bebidas contienen una sustancia llamada tiramina y cuando hay mucha tiramina en el cuerpo, la adrenalina aumenta.

Y el asunto es que muchos antibióticos interfieren con la descomposición de la tiramina lo que provoca una acumulación de esta sustancia en el cuerpo, lo que puede hacer que aumente la adrenalina, el corazón se empiece a acelerar y que la presión arterial se eleve a niveles peligrosos.

“Además por si solos, los medicamentos pueden causar daño en el hígado.  Entonces la combinación de cualquier antibiótico con alcohol aumenta mucho más el riesgo de causar daño al hígado”, agrega la médico cirujana.

Por eso es mejor que pospongas la bebida de alcohol, esos tragos coquetos, hasta que termines tu tratamiento con antibióticos.