Si estás por desayunar y te encuentras con el dilema acerca de tomar jugo o leche, ¿te atreverías a mezclarlo durante esta comida?
Quizá por recomendaciones de familiares o amigos pienses que se te puede "cortar" con el estómago. Aquí te contamos qué tan malo es hacerlo y si es cierto que esto sucede.
La creencia de esto responde, en parte, al efecto de separación entre el suero y el contenido proteico. Sin embargo, puedes combinar el zumo de una fruta y esta bebida láctea durante el desayuno debido a que el efecto descrito anteriormente siempre sucederá cuando entra en contacto con tu sistema digestivo.
"Este es un mito muy extendido en alimentación. De hecho la leche se va a cortar siempre cuando llegue al estómago porque ahí se va a encontrar el ácido clorhídrico que la ayuda a digerir, y para digerirla la va a cortar", explica la nutricionista Júlia Farré.
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¿Por qué se corta la leche?
La leche consiste en una sustancia líquida blanca constituida por caseína, lactosa, sales inorgánicas, glóbulos de grasa, entre otras sustancias.
Elementos como la caseína, grasa o vitaminas, explica el sitio Info Agro, son partículas que se mantienen en suspensión, mientras que otras están disueltas en el agua de la leche. Sin embargo, a veces las proteínas suelen aglutinarse y forman cuerpos sólidos que se distinguen en la leche cortada.
"Lo único que ocurre es que se separan del suero y el contenido proteico, generalmente por la intervención de un ácido", explica el sitio.
Así que ahora con esta información ya sabes que puedes tomarte un jugo de naranja y un vaso de leche, o viceversa, si así te place. ¡Ojo! Para cualquier dieta o restricción de alimentos, siempre consulta a un doctor o especialista.