Como cada año, el Día de Reyes se celebra el 5 de enero y muchos niños recibirán regalos por parte de Melchor, Gaspar y Baltazar. A pesar de que suele ser un día lleno de magia y felicidad, pocos saben cuál es el verdadero origen de esta tradición.
De acuerdo con National Geographic, esta tradición de dejar obsequios viene del Renacimiento, donde obtuvo su máximo esplendor y era demasiado simple: tres reyes vestidos con áureos trajes y acompañados con séquitos que se arrodillaban en un establo de Belén.
Estos personajes repartían caramelos y recogían las cartas de los niños de bajos recursos. El origen del porqué los miembros de la familia dejan sus zapatos en el balcón, viene de la leyenda de dos amigos del niño Jesús, quienes, al verlo descalzo, le obsequiaron sus propios zapatos. Pero ellos querían obsequiarlos limpios, así que los lavaron y colocaron en el balcón para que se secaran.
A la mañana siguiente aparecieron con regalos y dulces como premio de su buen corazón. Por su parte, a aquellos niños que se portaron mal, les dejaba un trozo de carbón.