Con fruta o solo, el yogur es uno de los alimentos que forman parte del desayuno diario de miles de personas alrededor del mundo. Sin embargo, algunas de estas aún no tienen clara la diferencia entre el yogur normal y el yogur griego. Te explicamos cuál es.
Aunque ambos productos son en realidad una combinación de leche con bacterias buenas, lo cierto es que en alguna parte de su proceso adquieren características que hacen a uno más dulce y ligero; mientras que a otro lo vuelven más cremoso.
¿Cuál es la diferencia entre el yogur griego y el normal?
De acuerdo con especialistas, la diferencia entre el yogur normal y el griego esta en su proceso de elaboración. Ambos se obtienen de la fermentación bacteriana de la leche con varias cepas de estreptococus thermopillus y lactobacilus bulgaricus.
La leche, que puede ser de vaca, cabra u oveja, se calienta a unos 45 o 50 grados hasta que alcanza un Ph de 4,5 y la lactosa se convierte en ácido láctico, lo que se conoce como fermentación.
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Es en este punto cuando se forman dos sustancias: una más consistente (la cuajada) y otra líquida, que es el suero. Es aquí donde radica la diferencia.
En el caso del yogur normal el suero y la cuajada se mantienen juntos, pues forman parte del mismo producto. Mientras que para hacer yogur griego se extrae el suero y otros líquidos a fin de obtener un producto mucho más espeso, consistente y ácido.
Además, al estar más concentrado el yogur griego requiere una mayor cantidad de leche para obtener el mismo tamaño que el yogur normal por lo que suele ser más caro. Para que te des una idea, por cada 4 litros de leche se obtiene solo uno de yogur.
Incluso el aporte nutrimental del yogur griego y el normal también es diferente, pues el primero aporta más proteínas y grasas; mientras que el segundo posee mayor cantidad de calcio, hidratos de carbono y azúcar.