Es muy común que al ir a un baño público algunas personas opten por poner papel en el inodoro para evitar sentarse en él directamente. Sin embargo, lejos de ayudar o ser saludable, termina por ser más perjudicial para la salud.
El objetivo de colocar el papel es no tener contacto con la taza y prevenir infecciones, alguna enfermedad o simplemente no tocar cualquier posible salpicadura que haya quedado como residuo de otra persona.
No obstante, se trata de un hábito ineficiente y que no ayudaría en nada. Lo que ocurre es que el papel es un material absorbente, por lo que al colocarlo encima del retrete atraería todas las bacterias posibles.
En ese sentido, al tocarlo es prácticamente como si estuviese encima del inodoro, de acuerdo con información del Departamento de Microbiología y Patología de la New York University School of Medicine.
Te podría interesar
Consejos para ir a un baño público
A pesar de las afirmaciones de que el papel no tiene la función que muchos creían, lo cierto es que un baño público siempre estará lleno de muchas bacterias. Así que se recomienda siempre tener estas precauciones:
- Evitar los secadores de manos electrónicos.
- No apoyar las pertenencias en el suelo.
- Lavarse las manos antes y después de entrar al baño.