De entre todos los insectos que existen, las garrapatas son probablemente uno de los más peligrosos para los seres humanos, pues además de que pueden transmitir enfermedades mortales se adhieren con gran facilidad a la piel. Pero ¿es posible tener garrapatas en las axilas?
Estos parásitos suelen vivir en regiones boscosas, áreas con pasto alto, arbustos o en montones de hojas secas y pueden picar tanto animales como personas.
Existen alrededor de 850 tipos diferentes que pueden llegar a ser tan grandes como el borrador de un lápiz o tan pequeñas que se vuelve casi imposible verlas.
Las garrapatas pueden pegarse en cualquier parte de la piel, aunque prefieren algunas partes específicas del cuerpo humano para vivir.
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¿Puedes tener garrapatas en las axilas?
Las garrapatas son insectos que pueden adherirse a las personas prácticamente en cualquier parte del cuerpo, pero luego se desplazan hacia lugares más húmedos y calientes.
Las axilas, la ingle o el cabello son algunos de los lugares preferidos por las garrapatas para alojarse.
Una vez que eligen donde hospedarse, estos bichos se adhieren con fuerza a la piel y comienzan a chupar la sangre de la persona.
En la mayoría de los casos la picadura no provoca dolor y sólo genera síntomas menores como enrojecimiento o hinchazón.
Garrapatas pueden contagiar enfermedades mortales
En la mayoría de los casos una picadura de garrapata es inofensiva, aunque hay otras situaciones en las que pueden llegar a provocar enfermedades mortales.
La rickettsiosis es un ejemplo de las enfermedades mortales que son contagiadas por las garrapatas. Este padecimiento provoca síntomas como dolor de cabeza intenso, fiebre de hasta 39 grados, erupciones en la piel, dolor muscular, malestar, náuseas, vómito y dolor abdominal.
En Coahuila, en septiembre de 2022, se reportó el fallecimiento de 16 personas por dicha enfermedad, mismas que se contagiaron por la picadura de una garrapata.
Las garrapatas son parásitos que se adhieren muy fácil a la piel de las personas y que pueden llegar a ser tan pequeñas que es casi imposible verlas, además de que prefieren partes del cuerpo como las axilas o la ingle para vivir.