Sin importar si las personas duermen 'como bebé', tiene mal dormir o le piden 10 minutos más al despertador, todos usan sábanas sobre su cama, para proteger el colchón y, de paso, estar más abrigados. Como la mayoría de las prendas y los llamados artículos blancos del hogar se deben lavar de forma regular, ¿pero cada cuándo?
Una encuesta realizada en el Reino Unido determinó que la mitad de los hombres solteros no lavan sus sábanas ¡durante cuatro meses seguidos! Mientras que el 12 por ciento de los encuestados confesó que las limpia 'cuando se acuerdan', por lo que pueden estar con las mismas prendas durante un cuatrimestre, lo cual no es muy saludable.
¿Cada cuándo hay que lavar las sábanas de la cama?
Las sábanas de la cama se deben lavar cada semana o cada 15 días como máximo, de acuerdo con Lindsay Brwoning, psicóloga, neurocientífica y experta en sueño, además de responsable del estudio mencionado con anterioridad. Las principales razones para adoptar este hábito son la salud y la higiene.
De acuerdo con lo que explica la especialista, las sábanas se impregnan con el sudor de los cuerpos, sobre todo si hay una ola de calor; además de que ahí caen las células muertas, cabellos y otros residuos corporales. Todo esto crea un ambiente idóneo para microorganismos y bacterias.
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¿Qué pasa si no lavo las sábanas de la cama de forma regular?
La experta afirma que una cama con sábanas sucias es un 'caldo de cultivo' para los ácaros, seres microscópicos que se alimentan de la piel muerta de las personas. Aunque pueden parecer criaturas inofensivas, pues son diminutas y no cuentan con veneno, causan efectos secundarios.
De acuerdo con un estudio de 2005, efectuado por la Universidad de Kingston (Reino Unido), las personas poseen una mayor probabilidad de desarrollar alergias y asma en presencia de ácaros. Si no se lavan las sábanas, fundas de almohada, cobijas y cobertores se puede fomentar el desarrollo excesivo de estos microorganismos.
Aunado a la higiene, lavar las sábanas es una cuestión de presentación, por ejemplo: si una persona invita a otras, lo mejor será que duerma en unas sábanas que huelan a limpio y se sientan frescas. E incluso si una persona no invita a nadie, dormirá mejor en un lecho aseado y con un aroma agradable.