Ya sea por las prisas o porque se cree que por el hecho de venir en bolsa está limpio, muchas personas no lavan el arroz antes de cocinarlo; sin embargo, ¿sabías que esta práctica es peligrosa para tu salud?
Este alimento es básico en muchos hogares mexicanos y en otros países del mundo, pues además de ser delicioso es bastante llenador, motivo por el cual, se utiliza para acompañar numerosos platillos.
Sin embargo, siempre ha existido un intenso debate entre quienes afirman que sí debe lavarse el arroz y entre los que optan por vaciarlo de la bolsa directamente a la cazuela.
Pese a que parece un consejo heredado por las abuelas, la realidad es que tenían mucha razón en hacerlo, pues existen varios motivos importantes por los que debes limpiar el arroz con agua antes de que lo lleves a la estufa.
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¿Por qué es peligroso no lavar el arroz antes de cocinarlo?
Bueno pues la primera razón y la más importante de todas por las que debes lavar el arroz es que este paso te ayudará a evitar consumir metales tóxicos como el arsénico.
El arsénico es un metaloide extremadamente tóxico que está presente en diversos alimentos, especialmente en el arroz, el cual es cancerígeno.
Aunque este componente inorgánico del arroz no presenta graves niveles de peligrosidad a corto plazo, según lo informado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inlgés) sí puede suponer un problema a largo plazo si este alimento se consume de manera habitual.
La exposición reiterada al arsénico a través del consumo de agua y alimentos puede causar cáncer, lesiones cutáneas, problemas de desarrollo, enfermedades cardiovasculares, neurotoxicidad y diabetes.
Por ello, estudios como el realizado por el Departamento de Geografía, en conjunto con la Escuela de Salud e Investigación Relacionada de la Universidad de Sheffield han explorado medidas para eliminar el arsénico en el arroz, sin suprimir sus nutrientes.
De esta forma concluyeron que el mejor método de lavado para eliminar el arsénico en el arroz es el de hervido y absorbido, que consiste en hervir el agua, posteriormente añadir el alimento y cocinar por cinco minutos. Finalmente se deberá desechar el agua para cocinarlo con el método absorción en agua fresca.
Esta práctica logró eliminar hasta el 73 por ciento el arsénico inorgánico presente en el arroz blanco e integral, mismo que preservará algunos de sus elementos nutrimentales como el zinc.