Estilo de vida

HISTORIA

Y hablando de Ovnis: 7 criaturas extrañas y mitológicas de México ¿y la CDMX?

Las culturas maya y azteca cuentan con relatos de extrañas criaturas que se asegura existen hasta nuestros días.

Desde seres que cambiaban de forma hasta aves que creaban tempestades, estos son algunas criaturas mitológicas de México. Créditos: Especial
Escrito en ESTILO DE VIDA el

Los relatos de las culturas prehispánicas, como maya y azteca, hablan de criaturas extrañas o mitológicas que traen tanto la desgracia como la fortuna a las personas. Estas leyendas han persistido hasta nuestros días y algunas personas aseguran que han visto a estos peculiares seres y a continuación te presentamos cuáles son.

Los ovnis no son los únicos seres extraños que ocupan el imaginario colectivo, debido a los constantes reportes de objetos voladores, sino también criaturas mitológicas que ocupan el terreno de la criptozoología, que se considera una pseudociencia encargada de seguir el rastro a los animales de las leyendas.

Criaturas extrañas o mitológicas de México

  • Nahual

Sin lugar a dudas son los seres mitológicos más conocidos del folclor mexicano y se cree que son personas que pueden adquirir la forma de animales u otros seres humanos. En la época prehispánica, según los relatos recopilados, sólo las personas de alto rango tenían los conocimientos para transformarse en un animal guía a través de la energía (tonalli) y convertirse en nahuales; estos brujos podían usar sus capacidades tanto para el bien como para el mal.

  • Alux o aluxes

¿Crees en los duendes? Dentro de la cultura maya fueron comunes los testimonios de aluxes, pequeños duendes que se escondían en las selvas, sobre todo en grutas o cenotes. Estos seres cuentan con la capacidad de espantar o resguardar a los viajeros o todas aquellas personas que se pierden en los sitios más inhóspitos de la península de Yucatán; además de que protegen las cosechas de maíz y otros alimentos.

  • Ahuízotl

Los aztecas temían a un monstruo que emergía de las aguas del Lago de Texcoco y sujetaba a las personas con su cola para luego ahogarlos: ellos le decían ahuízotl. Con cuerpo de coyote, patas de mono y una cola que podía sujetar a las personas, este ser era el emisario de las divinidades, como Tláloc, quienes elegían a ciertas personas para ofrecerlas en sacrificio; de acuerdo con los aztecas, esta temible criatura no tenía pelos si no púas.

  • Cipactli

Y hablando de seres que dan miedo, está el cipactli o mejor conocido como 'diosa lagarto' o 'lagarto negro', una criatura marina que era la fusión de un cocodrilo y un pez, la cual tenía 18 bocas repartidas en todo su cuerpo. Este ser salido de las pesadillas fue vital para la formación de la tierra, ya que con su cuerpo, Quetzalcóatl creo los primeros cimientos, según relata la cosmogonía azteca.

  • Chupacabras

De todas las criaturas enumeradas es la única que no pertenece al folclor prehispánico y tiene un origen moderno: a mediados de los 90, en Puerto Rico se reportó que varias cabezas de ganado habían sido atacadas por un ser que sólo succionaba la sangre de sus víctimas; en México se dieron los primeros avistamientos a finales de los 90 y se cree que este ser es parecido a un coyote, sólo que camina en dos patas y posee púas a lo largo de su espalda; otros le atribuyen un origen alienígena.

  • Atotolin

Los aztecas establecieron México-Tenochtitlán debido a que un águila se posó sobre un nopal a comer una serpiente, cuenta la leyenda... aunque para ellos, el 'rey de los cielos' era el atotolin, un ave mítica que tenía la capacidad de crear tempestades, hundir canoas y ahogar personas; si un guerrero capturaba uno de estos ejemplares, debía abrir la panza del animal para así conocer lo que le deparaba el futuro.

  • Chaneque

Similares a los aluxes, los relatos aztecas los describen como duendes que cuidan sitios peligrosas y que gastan bromas a las personas, como esconder o hacer perder cosas a las personas. Aunque suelen ser más 'gentiles' que los aluxes, pues ellos se encargan de cuidar los manantiales, bosques y todos aquellos animales que necesiten de su resguardo; se les describe como personas diminutas, con cola y sin una oreja.