Para tener una adecuada salud bucal, las personas deben seguir ciertas medidas antes, durante y después de lavarse los dientes, por ejemplo, usar pasta dental y por ningún motivo cepillarse con un jabón común; además de que tampoco deben beber agua, ya que esto puede causar un efecto contraproducente, a continuación te decimos cuál.
Si bien beber agua por las noches y antes de ir a la cama tiene varios beneficios, lo mejor es hacerlo antes de lavar los dientes...y no tiene que ver con ir a orinar, sino con mejorar la salud de tus dientes y boca, sobre todo cuando va a permanecer cerrada durante varias horas a causa del sueño.
¿Por qué no tomar agua tras lavarse los dientes?
La mayoría de las pastas dentales contienen un ingrediente conocido como floruro, el cual ayuda a prevenir las caries, a causa de que fortalece el esmalte de los dientes y previene el deterioro de las piezas dentales. Esta sustancia necesita actuar sobre los dientes para que sus efectos se produzcan.
Tomar un vaso de agua, tras lavarse los dientes, evita que el floruro realice su función y evita que los dientes se fortalezcan. Por esta misma razón se dice que las personas no deben enjuagarse la boca tras cepillarse los dientes, pues evitan que estas sustancias actúen sobre las piezas dentales.
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Por obvias razones, las personas tampoco deben consumir comida, ni beber alcohol ni mucho menos fumar tras lavarse los dientes, ya que evitan que todos estos componentes de la pasta dental ayuden a la salud bucal. Si una persona bebe agua o consume un alimento enseguida del cepillado, es como si no lo hubiera realizado.
¿Es bueno tomar agua antes de lavarse los dientes?
Sí y es lo más recomendable. Algunos alimentos contienen ácidos, tal es el caso de cítricos como los limones y naranjas, que desgastan el esmalte de los dientes... y más cuando una persona se lava los dientes tras consumirlos. Es por esto que es mejor beber un vaso de agua tras consumir estos alimentos, pues ayuda a 'lavar' los restos de algunas sustancias.
Y lo mejor es beber agua, no refrescos ni jugos procesados, ya que estos contienen ácido fosfórico, una sustancia que debilita el esmalte de los dientes y causa un efecto corrosivo en la placa dental. Esto aumenta la posibilidad de tener caries en el futuro y desencadenar otros problemas.