El huevo es uno de los productos de la canasta básica que más ha subido de precio a causa de la inflación, pero aún así es de los más consumidos por los mexicanos: se estima que cada persona consume, al menos, 26 kilos al año, según datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader). Pero este producto, ¿va o no dentro del refrigerador?
En su estructura, los huevos cuentan con varias capas que le permiten estar protegidos contra elementos del exterior (como el agua), entre los que se encuentran la cáscara y la membrana vitelina, cuya principal función es resguardar a la yema y la clara. Esto impide que los huevos estén en mal estado y sean aptos para consumo humano.
¿Los huevos van en el refrigerador?
Los huevos pueden estar fuera del refrigerador si siempre han estado a temperatura ambiente, ya que esa membrana vitelina y el cascarón evitan que el contenido se eche a perder, pues no entra en contacto con elementos externos. Es por esta razón que en algunas tiendas o mercados se encuentran a la intemperie y acomodados en bandejas de cartón.
No obstante, los huevos SÍ deben estar en el refrigerador cuando la temperatura excede los 35 grados, debido a que los poros del cascarón se dilatan y esto permite la entrada de elementos externos -como bacterias- que afectan el contenido. Elementos como la membrana vitelina también se ven afectados por el calor.
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Cuando un huevo estuvo en el refrigerador no puede permanecer más de dos horas fuera, por el mismo efecto que cuando aumenta la temperatura; de ahí que se recomienda mantener en refrigeración este tipo de productos, para evitar que se formen bacterias o microbios. Dentro de un frigorífico, se conservan entre tres y cinco semanas.
¿Y si no guardas los huevos en el refrigerado?
Es importante reiterar que los huevos que estuvieron en un refrigerador deben seguir ahí, ya que de lo contrario pueden desarrollar bacterias como la salmonella, responsable de la mayoría de las intoxicaciones alimentarias, de acuerdo con la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).
Entre los síntomas de la salmonella se encuentran vómito, diarrea, fatiga y dolor abdominal, los cuales se desarrollan entre 12 y 72 horas después de comer un alimento en mal estado. En algunos casos, la diarrea es tan aguda que los pacientes requieren de hospitalización y el tratamiento adecuado para no fallecer.
Sea que guardes o no los huevos dentro de un refrigerador, tanto la FDA como la Secretaría de Salud (SSa), recomiendan lavarlos antes de cocinarlos, además de checar que se encuentren en buen estado: si al abrirlo tiene un mal aroma, lo mejor será desecharlo, ya que puede tener alguna bacteria.